El gran día del año llegó. Intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares, esa palabras lo que invita a pensar es en “la navidad” hoy 24 de diciembre de 2008, y en efecto así lo es,  hoy millones se reúnen en familia para celebrar la noche buena con una cena preparada con los ahorros del año.

En estos días una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales son elaborados en los distintos hogares para ofrecerlos y degustarlos a la llegada de la media noche. Sin embargo, actualmente todo lo antes mencionado deja en segundo plano en honor a quien se celebra ese día tan especial.

Y es así, la navidad, según enuncian los evangelios de San Mateo y San Lucas, es una celebración anual para conmemorar el nacimiento de Jesucristo en Belén.

Mientras unos hacen una fiesta, otros acostumbran asistir a la Misa del Gallo que se efectúa por la noche en vísperas del nacimiento del niño Dios.

En las distintas parroquias del país, se rezó el novenario al infante, adonde asistieron muchos niños, niñas, jóvenes y adultos para adorar al Rey de los cielos que nace, el niño Dios.

El padre Julio Santos Dávila, de la Parroquia San Pio X, explicó que el significado al novenario y la misa que se hace posterior al rezo “es una tradición de la iglesia” y que al prepararnos “para navidad como nos pide la palabra de Dios es cumplirle al creador”, sostuvo el religioso.

Santos además declaró que esta celebración se debe de “conservar pura, con el verdadero sentido cristiano. Hoy el consumismo, el materialismo, el comercio, se valen de este tiempo para hacer negocios, entonces se desvirtúa” el objeto de la conmemoración, lamentó.

También invitó a la  población para que en estas épocas se viva “no con los vicios, el alcohol, la violencia, no con todo eso que contamina” y tener cuidado con el uso de la pólvora.

La Navidad, fue reconocida por el Vaticano en el año 345, luego de varias discusiones porque en los evangelios no señalan fecha especifica del nacimiento del hijo de Dios, pero gracias a los aportes de San Juan Crisóstomo y San Gregorio de Nacianceno se dicta el 25 de diciembre, la fecha más importante del calendario eclesiástico.