Ante falta de agua

Ayer se celebró el día mundial del agua, pero en vez de ser un día de alegría resulto un día de preocupación por la escasez del vital líquido que existe, por factores como la contaminación, la privatización y el mal empleo que le damos.

En Latinoamérica 110 millones de personas no reciben el agua potable en sus hogares, 100 millones no tienen cobertura de saneamiento y 256 millones defecan en letrinas o fosas sépticas, según el Consejo Mundial del Agua.

El Programa de la Naciones Unidas (PNUD), en su reciente informe muestra que en Nicaragua el 21% de los ciudadanos, es decir que casi un millón y medio de nicaragüenses, no tienen el privilegio de tener agua en sus casas aunque el país cuente con esa riqueza para que nadie padezca de sed.

En las zonas urbanas donde hay ríos que están contaminados tres de cada diez personas beben de esas aguas, al no recibirla en sus casas, según datos que arroja el informe del PNUD.

Y en las estadísticas oficiales de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), reflejan que en el campo de cada diez personas cuatro solo tienen acceso al agua que sale del grifo.

Fuentes extraoficiales indican que el saneamiento que se le esta realizando al Gran Lago de Nicaragua, que es el más grande de Centro América, será para abastecer algunos países de la región, previendo una “crisis extrema” que se pueda presentar por falta de agua potable.