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BARCELONA.- Tres apariciones geniales y letales de Lionel Messi, autor de dos goles, le permitieron al Barcelona plasmar una nueva humillación a Real Madrid, al vencerlo 3-2 de local, con lo que alzó la Supercopa de España.
Messi colocó un pase estupendo a ras de piso para que Andrés Iniesta anotara, a los 14', mientras que él mismo marcó con sutil toque sobre el arquero Iker Casillas, a los 44', tras vistoso tacazo de Gerard Piqué, y volvió a hacerlo a los 87', con feroz disparo de zurda.
El portugués Cristiano Ronaldo (19') y el francés Karim Benzemá (81') plasmaron las igualdades para Real Madrid, en un partido que tuvo un fugaz escándalo cuando el brasileño Marcelo, que ingresó en el segundo tiempo, cruzó con vehemencia a Cesc Frabegas y terminó expulsado.
También vieron la tarjeta roja en medio de empellones y manotazos en el cierre del duelo, el alemán Mesut Ozil, en los visitantes, y el español David Villa, en los locales, quienes ya habían salido de la cancha reemplazados y estaban en el banco.
El partido de ida había finalizado 2-2, en el estadio Santiago Bernabeu.
Barcelona, contundente y feroz en los metros finales de su ataque, jugó el duelo como campeón de la Liga Española y Real Madrid como vencedor de la Copa del Rey.
La escuadra catalana, último vencedor de la Liga de Campeones, se mantiene como el máximo ganador del trofeo español, con diez conquistas, dos más que Real Madrid.
El equipo de José Mourinho, quien en el tumulto agredió a un auxiliar de Pep Guardiola, se lanzó decidio al ataque desde los primeros minutos del juego, tal como lo había anunciado el asistente del entrenador portugués, Aitor Karanka.
Sin embargo, fue la escuadra de Guardiola la que abrió el marcador cuando Messi habilitó en modo preciso a Iniesta, que infló la red tras un toque suave por un costado del arquero del seleccionado español.
Pero a los 19', una desatención defensiva del Barcelona le permitió a Ronaldo empatar el duelo, al tocar la pelota al fondo del arco casi cayéndose, tras centro de corner desde la derecha.
Luego, a la salida de un corner, Messi habilitó con un pechazo a Piqué, quien devolvió el pase con un vistoso tacazo y el argentino corrió raudo en diagonal para luego tocar la pelota por encima de Casillas al gol. Un deleite para la grada.
Las diabluras y regates de Messi en la segunda etapa terminaron con patadas de sus rivales contra sus piernas, por lo que el brasileño Marcelo y el portugués Pepe terminaron amonestados por sus acciones violentas contra el argentino.
Mourinho hizo ingresar al argentino Gonzalo Higuaín por su compatriota Angel Di María, y al brasileño Kaká, pero el cambio no generó la contundencia ofensiva que buscaba el entrenador.
Barcelona, con el argentino Javier Mascherano y el brasileño Dani Alves de titulares, siguió protegiéndose, fiel a su estilo con el control de la pelota, apostando a irrupciones vertiginosas de Messi.
Sin embargo, otro error del fondo del Barcelona, nuevamente tras un corner, le permitió a Benzemá emparejar el duelo, que parecía destinado al tiempo suplementario.
Pero apareció nuevamente Messi, esta vez en estupenda combinación con el brasileño Adriano Correia, otro ingresado en la segunda etapa, quien devolvió el pase con centro punzante, para que el argentino sometiera otra vez a Casillas de volea.
El arquero salvó otra caída de su arco ante Messi, a los 93', y así tras el escándalo de las expulsiones, otro festejo estalló en el Camp Nou, doble placer, pues el vencido fue el máximo rival de siempre, Real Madrid, con Mourinho en el banco.
