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El ex presidente brasileño Luiz Lula da Silva, enfermo de cáncer de laringe, fue dado de alta hoy y dejó el Hospital Sirio Libanés de Sao Paulo, tras haberse sometido a la primera sesión de quimioterapia el lunes.
Lula dejó junto con su esposa, Marisa Letizia Rocco, poco antes de las 16 (18 gmt) el centro médico privado en automóvil, con destino a su residencia, en Sao Bernardo do Campo, Gran Sao Paulo, donde hará reposo y sobre todo no deberá forzar su voz.
El líder del Partido de los Trabajadores supo del cáncer en la laringe el sábado. Deberá estar tres meses inactivo hasta completar la quimioterapia y la radioterapia.
El ex mandatario, de 66 años, deberá retornar en 21 días para la segunda sesión de quimioterapia.
El Hospital Sirio Libanés, donde se curaron el cáncer linfático los presidentes Dilma Rousseff y Fernando Lugo en el pasado, emitió un comunicado en el que informó que antes de recibir el alta, Lula se sometió a una serie de exámenes.
"La voz del presidente mejoró con la primera sesión de quimioterapia y próximamente podrá hacer un poco de ejercicio físico. Lula tendrá en casa una vida normal, sin su agenda pesada de trabajo, pero dentro de casa llevará una vida normal", dijo el oncólogo Paulo Hoff.
El ex mandatario se sometió hoy antes del alta a un examen PET Scan que monitorea posibles ramificaciones del tumor, con resultado negativo.
"El resultado fue normal, sin novedad", dijo el médico personal de Lula, Roberto Kalil, al afirmar que no hubo metástasis del cáncer de laringe detectado el sábado.
El tumor no alcanzó las cuerdas vocales del mandatario, que deberá someterse a tres sesiones quimioterapia y radioterapia en enero. Está previsto el regreso a la actividad pública para febrero, de cara a las elecciones municipales del 7 de octubre, en el que el ex presidente es el principal articulador de la extensa y diversa alianza oficialista que sostiene al gobierno de Dilma Rousseff.
