Los cambios en la cúpula del Ejército de Nicaragua se concretaron ayer cuando el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra , designó en un cargo en el gobierno al ex mayor general Òscar Balladares, como su asesor para asuntos de infraestructura con rango de ministro.

La Constitución Política de Nicaragua establece en su artículo 144 que “El Poder Ejecutivo lo ejerce el Presidente de la República, quien es Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Jefe Supremo de las Fuerzas de Defensa y Seguridad de la Nación”.

El presidente por lo tanto es el que decide por rango superior a quien nombra según la Constitución Política y decide en esas instancias militares. El presidente ha nombrado, como es costumbre y antes de que Ortega llegara nuevamente al poder a los jefes de la policía. El analista en temas de seguridad y defensa como el catedrático universitario, Roberto Cajina han expresado sus críticas a las decisiones del presidente Ortega de sacar del cargo de sucesión al General Balladares y enviarlo a la comisión de servicio. Sustituyéndolo por el General de Brigada Óscar Mojica Obregón.

Cajina en sus críticas por los cambios en el ejército en el programa televiso del periodista Carlos Fernando Chamorro de “Esta Semana”, dijo que la salida del general Balladares rompe con la visión estratégica de desarrollo institucional que el Ejército nicaragüense venía construyendo. Se rompió a partir de los últimos cambios, que colocaron en la línea de sucesión del comandante en jefe a un “figura extraña”, un “burócrata”, un “hombre de oficina”, “con una hoja de servicio limitada” para el cargo de jefe del Estado Mayor, dijo Cajina en su crítica. Señala que el presidente se está “sacando de la manga a un comodín, un tipo que no tenía ni la menor posibilidad de estar en la cadena de mando”.

El General de Brigada Oscar Mojica Obregón era director ejecutivo del Instituto de Previsión Social Militar, secretario general de la Comandancia General y antes de eso fue director del Centro Superior de Estudios Militares. Cajina señala que “había una ley no escrita en el Ejército”, una especie de “acuerdo” de preservar esta institucionalidad estratégica. “Hoy se rompe con la sacada de escena de (el mayor general en retiro Oscar) Balladares”, afirma Cajina, entrevistado por Carlos Fernando Chamorro.