Los rebeldes sirios encestaron buenos ataques en su guerra contra el régimen sirio al lograr derribar dos aviones militares y se hicieron del control de una ciudad del norte, Al Chaddadé. En otro punto Irán los acusaba de haber causado la muerte de uno de sus comandantes en Siria.

El conflicto, que lleva dos años, sigue llevándose la vida de decenas de personas a diario día a lo largo del país: unas sesenta personas fallecieron ayer jueves, a sólo un día después de la muerte de unas 250 personas, siendo esta una de las cifras más críticas de los últimos meses, de acuerdo a una ONG siria.

Ante el bloqueo diplomático, el diario Asharq al Awsat manifestó de un plan de paz que circula en la ONU y que espera la creación de un Senado para estar presente en un periodo de transición pero no señala el destino del presidente Bashar Al Asad, a quien Occidente y la exiliada oposición quieren que se vaya.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), los rebeldes lograron derribar dos aviones de la fuerza aérea a solo unas horas de intervalo en las cercanías de Maaret al Noomane, en la provincia de Idleb (noroeste), cuando estos realizaban tareas de bombardeo en varias localidades de la región. En un vídeo puesto en la red, el grupo rebelde "Brigadas de los descendientes del Profeta" se atribuyen que derribaron un aparato ruso de tipo Sujoi con respaldo de la defensa antiaérea.

Desde que se comenzó con militarización de la revuelta con respecto a la represión ejecutada por el régimen, los rebeldes, que tienen menos armas que el ejército, han alcanzado destruir varios aviones militares con el uso de baterías antiaéreas y ametralladoras pesadas, indicó el OSDH y militantes.

La aviación es la principal herramienta del régimen para estar siempre con triunfos en la guerra contra los rebeldes respaldados por civiles en armados y yihadistas en su mayoría extranjeros.

En el noreste, cercano de la frontera iraquí, unos combatientes yihadistas del Frente al Nosra se hicieron de la ciudad de Al Chaddadé, en la provincia petrolífera de Hassaka, tras terminar 72 horas de combate, indicó el OSDH, con una amplia red de militantes y médicos en el lugar.

Más tarde, en el frente de Alepo, el régimen reconoció que el miércoles perdió el control de la base estratégica Brigade 80. Por el contrario, aseguró que tomó el control de Jobar, uno de los barrios estratégicos de Homs (centro).

La OSDH e Irán, nación aliada al régimen sirio, indicaron por su lado que un comandante de los Guardias de la Revolución, parte del cuerpo de élite iraní, Hassan Shateri, fue asesinado por los rebeldes en Siria.

"Fue muerto en una emboscada tendida por los rebeldes cuando había salido de Damasco y se dirigía al Líbano", dijo el OSDH. La agencia iraní Fars detalló que murió el martes y el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, calificó el acto de "terrorista".

De acuerdo al diario libanés As-Safir, Shateri este había viajado a Alepo "para estudiar proyectos de reconstrucción". Irán tiene acusaciones de Occidente de hacer el envío de armamento y personal a Siria.