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actualizado 19 de nov. 2013
Colombia no le queda otra que aceptar el fallo de la Corte Internacional de Justicia a favor de Nicaragua
"ahorita, por razones políticas, dirán otra cosa, pero eso (negar el fallo) no tiene ningún sentido ni va a progresar", enfatizó el diplomático nicaragüense, Carlos Argüello Gómez
Redacción Central
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Carlos Argüello Gómez, representante legal de Nicaragua en la CIJ con sede en La Haya.

Hace un año la Corte Internacional de Justicia de la Haya, el máximo tribunal del mundo, resolvió los derechos marítimos de Nicaragua en el mar Caribe que habían estado en manos de Colombia. El representante legal de Nicaragua en la CIJ con sede en La Haya, Carlos Argüello Gómez, dijo que Colombia no tiene otro camino que aceptar un fallo emitido hace 12 meses por el máximo tribunal de la Tierra.

Argüello Gómez dijo textualmente ayer lunes en el canal 4 oficial: "Colombia tendrá que aceptar el fallo, no queda otro camino". Agregó que "ahorita, por razones políticas, dirán otra cosa, pero eso (negar el fallo) no tiene ningún sentido ni va a progresar", enfatizó el diplomático nicaragüense. El 19 de noviembre de 2012, la CIJ definió, tras 11 años de juicio, los límites en el Caribe entre ambos países y dejó bajo soberanía colombiana siete cayos del archipiélago de San Andrés, cuyas islas mayores ya se habían concedido a Colombia en 2007.

También restituyó a Nicaragua una franja marina en esa zona que Colombia calcula en unos 75,000 kilómetros cuadrados, y es lo que no reconocen del fallo, y el país centroamericano en más de 90,000 kilómetros cuadrados. El agente nicaragüense basó su seguridad en que la CIJ es el máximo tribunal de las Naciones Unidas y lo único que cabe, tras sus sentencias, es acatarlas y obedecerlas. Aunque Nicaragua asegura haber tomado posesión de esas áreas delimitadas por el fallo, Colombia continúa sin reconocer de manera oficial la resolución y renunció al Pacto de Bogotá (1948) que reconoce la jurisdicción de la CIJ. Pese a esa posición oficial colombiana, Argüello ponderó que Nicaragua ha actuado con "la mayor prudencia" en este caso.

"Para todos es evidente, cualquier colombiano sensato sabe que Nicaragua no anda buscando cómo remachar o molestar, o siquiera tener nada que ver en los problemas internos que ellos tienen", dijo. Además, aseguró que Nicaragua no ha afectado en esas aguas las labores de pesca a los nativos del archipiélago de San Andrés. La embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Phyllis M. Powers, confirmó el viernes pasado que su país, con la naval nicaragüense, realiza operaciones antinarcóticos en esos espacios marítimos delimitados por la CIJ con Colombia en el Caribe. El Servicio de Control de Drogas de la Federación de Rusia también coopera en esa zona con la naval nicaragüense, de acuerdo al Ejército de Nicaragua. Nicaragua demandó en septiembre pasado a Colombia ante la CIJ en un intento de que ese tribunal le conceda una plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas desde su costa en el Caribe, con base en los límites definidos en la sentencia del 19 de noviembre de hace un año.

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