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actualizado 25 de nov. 2013
Amplían participación mexicana en el gran colisionador de hadrones
Entre los desarrollos mexicanos figuran los detectores ACORDE y V0
Cinvestav
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» Se espera que en los próximos cuatro años se incorpore tecnología nacional al proyecto ALICE, así como mantener la colaboración científica, que es la más grande en América Latina. En la gráfica, laboratorio del LHC.

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La participación mexicana en proyecto científico más grande del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), es sumamente importante, muestra de ello es que ya se planea la construcción de diversos detectores que serían realizados en su totalidad por científicos mexicanos, afirmó Paolo Giubellino, Vocero del Experimento ALICE.

En conferencia de prensa, precisó que se tiene contemplada una participación muy activa de los investigadores mexicanos en el proyecto ALICE (uno de los cuatro detectores del LHC) en las próximas etapas de funcionamiento, las cuales comprenden un periodo superior a los 10 años, donde los científicos de instituciones como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) tendrán un papel fundamental.

Acompañado por Gerardo Herrera Corral, investigador del Departamento de Física del Cinvestav y líder del grupo científico mexicano en el proyecto ALICE, Giubellino destacó el trabajo que a lo largo de dos décadas han realizado los investigadores mexicanos en este proyecto, no sólo se ha limitado a la colaboración de las investigaciones, sino también como proveedores de tecnología, ya que es la participación más grande de un país latinoamericano.

El experto de origen italiano, y quien ha sido reconocido por diversas academias de ciencia en el mundo, explicó que en los experimentos del ALICE se generan en promedio lo correspondiente a 4 gigabytes de información por segundo. “Si quisiéramos guardar toda la información generada en el LHC en discos compactos, se necesitaría una torre de 22 kilómetros para apilarlos”.

Entre los desarrollos mexicanos figuran los detectores ACORDE y V0, ambos empleados en la selección en tiempo real de los eventos de interés durante la colisión de partículas. “Esto es de mucha utilidad para determinar qué tipo de información, de toda la generada en el proceso de colisión, es útil para estudiarla”, refirió Paolo Giubellino.

En ese sentido, Gerardo Herrera Corral, precisó que además de los detectores ACORDE y V0, que ya están en operación y que serán renovados en su totalidad el próximo año, los científicos mexicanos incorporarán otro dispositivo similar en 2015 y uno más para 2018, ambos desarrollados por instituciones mexicanas.

“Uno de ellos es un sistema de disparo y otro es un detector de rayos cósmicos, para la cual buscamos financiamiento de manera independiente, pues tan sólo el primero tiene un costo preliminar que supera el medio millón de francos suizos (alrededor de siete millones de pesos)”, destacó Herrera Corral.
El primero de los dispositivos mexicanos se prevé que entre en operaciones durante 2015, año en el que se espera que la capacidad de información del proyecto ALICE se incremente en 10 veces, “por lo que se precisa de la más alta precisión en este tipo de dispositivos, y es en lo que estamos trabajando”, subrayó Herrera Corral.

Hasta ahora, han colaborado en el proyecto ALICE alrededor de 40 investigadores de origen mexicano provenientes de cinco instituciones diferentes, entre las que destacan el Cinvestav y las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma de Sinaloa, además de contar con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

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