Un compromiso para el cambio: proteger la fauna silvestre
Se buscan otras alternativas para dejar de vender y asegurar vida de animales
PNUD/Nicaragua 


Foto 1 Con el proyecto se pretende disminuir la venta de especies exóticas.

En la formulación del proyecto participó la comunidad.

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Managua - En la comunidad San Agustín, municipio de Ciudad Darío, Matagalpa (aproximadamente 70 kms. al norte de Managua) vive Marlon Jarquín Vanegas, 29 años, casado, un hijo y en los próximos meses su esposa Jessica Lira Rivas dará a luz por segunda ocasión. Camina con parsimonia natural, se sienta en una piedra a la sombra de un árbol y cuenta que desde la edad de siete años acompañó a su padre a cazar animales silvestres para luego comercializarlos a la orilla de la carretera Panamericana.

 

Mediante crecía, pensaba en independizarse, conocía muy bien el negocio de cazar y vender pájaros, iguanas, cusucos (armadillo), monos, hasta culebras, y lo hizo, de esa forma las ganancias comenzaron a ingresar directamente a su nuevo núcleo familiar. Pero, los cambios de comportamiento social llegan para bien. En la actualidad está consciente de que no debe continuar en un oficio lesivo para la fauna silvestre y siente la necesidad de hacer cambios en su vida, proteger las especies animales, que con el tiempo se va extinguiendo, lo que provoca ruptura en la cadena alimenticia, reduce la biodiversidad en los ecosistemas y minimiza la tasa reproductiva.

 

En la comunidad de San Agustín hay 52 viviendas con una población aproximada de 290 habitantes, ubicada en las inmediaciones del Sistema Lacustre Playitas-Moyúa-Tecomapa, noveno humedal de Nicaragua con importancia internacional, declarado sitio RAMSAR.


Varias familias viven y realizar la misma actividad económica de Marlon, su padre y su abuelo. Durante muchos años ha sido la más importante fuente de ingreso económica de esa comunidad: la comercialización de especies exóticas.

 

Sin embargo ya están buscando otras alternativas para dejar de vender y asegurar la vida de los animales. Un grupo de 10 familias, apoyadas por la Asociación Dariana, una organización comunitaria, constituida en el año 1992, promueve el desarrollo social y comunitario de hombres y mujeres, propiciando nuevos y saludables estilos de vida.

 

La Asociación Dariana formuló el proyecto: “Fortalecimiento de capacidades técnicas y productivas para el desarrollo de comercialización con hombres y mujeres emprendedoras de la comunidad de San Agustín para la conservación de la biodiversidad del Municipio de Ciudad Darío”, gestionó financiamiento y logró la aprobación por parte del Comité Directivo Nacional del Programa Pequeñas Donaciones (PPD), implementado por el Programa de las Naciones Unidas (PNUD), con recursos del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en inglés). El PPD otorgó U$ 35,500.00 para el proyecto que tiene un presupuesto total de U$ 54,027.15. La diferencia la financian entre la comunidad de San Agustín, otros fondos de la Asociación Dariana y la Alcaldía de Ciudad Darío.

 

Marlon expresa que los y las habitantes han tomado conciencia de ir poniéndole fin al negocio de cazar y vender animales, asegura que las 10 familias beneficiarias del proyecto han asumido el compromiso de darle prioridad a la conservación de la biodiversidad y serán apoyados por un comité interinstitucional como garante de la protección de la fauna. Entre estas instituciones se destacan la Alcaldía de Ciudad Darío, el Ministerio Agropecuario (MAG), Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), Ministerio de Economía Familiar, Comunitaria, Cooperativa y Asociativa (MEFCA), Policía Nacional de Tipitapa y Ciudad Darío y la Asociación Dariana.

 

Por su parte, Alba Miriam Espinoza, Representante Legal de la Asociación Dariana, explicó que el proyecto pretende que la comunidad haga un cambio hacia otras actividades económicas que generen ingresos sin deteriorar la fauna silvestre, que más bien se cuide a los animales de la zona. Así mismo, expresó su satisfacción por la conformación y el trabajo del grupo interinstitucional que apoya la ejecución del proyecto.

 

Dentro del plan de actividades se contempla la construcción de 3 quioscos que se ubicarán a orillas de la carretera panamericana, para vender miel de abejas, frutas, pan, huevos, gallinas y artesanías; se habilitarán 8 micro granjas para la producción de huevo y engorde de gallinas; se impartirán clases de repostería y panadería; se construirá un horno mejorado; y se entregarán herramientas y capacitará a pobladores/as en elaboración y comercialización de artesanía fina.

 

Además se impartirán cursos de educación ambiental dirigidos a niños y niñas, hombres y mujeres, que incidan en el amor por el medio ambiente, reconocer el valor de la biodiversidad y la necesidad de la protección ambiental. Se ubicarán rótulos en el km 67 de la carretera panamericana, con el propósito de divulgar la ley de protección de la biodiversidad.

 

Integrantes de las familias participantes en esta iniciativa, expresaron que más allá de la elaboración de los quioscos y la dotación de aves para la reproducción, el proyecto fortalecerá y creará nuevas capacidades humanas con el medio ambiente, lo que representará una mejor calidad de vida.





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