Iglesia salvadoreña calcula participación de 260 mil fieles en Beatificación de Monseñor Romero
El padre Luis Ayala dijo, que se colocarán 40 pantallas gigantes en distintos puntos del perímetro de seguridad para transmitir la ceremonia
Redacción Central 
Foto La campaña de divulgación para la beatificación de Monseñor Romero arrancó formalmente ayer. El acto, al que se esperan por lo menos unas 260 mil personas, se llevará a cabo el próximo sábado 23 de mayo, a partir de las 10:00 a.m. en la plaza del Divino Salvador del Mundo. Para este acontecimiento se espera que lleguen decenas de miles de peregrinos, entre nacionales y extranjeros, así como jefes de Estado, dignatarios eclesiásticos, representantes diplomáticos e invitados especiales. El padre Jesús Delgado, postulador de la causa de beatificación de Monseñor Romero, afirmó que "no tienen idea de cómo van a manejar esto, pero de alguna manera lo van a hacer". "Será una cantidad enorme de gente.

No sabemos cómo vamos a circular, pero vamos a circular. Los salvadoreños siempre encontramos el modo cómo encontrar un lugarcito donde estar en este pequeño Pulgarcito de América. Así es que con la sonrisa en los labios y con la alegría vamos a participar todos", enfatizó el prelado en una conferencia para informar sobre los avances de los preparativos. Explicó que la comisión ha tenido dos reuniones con funcionarios de Gobierno encargados de la logística y seguridad; y que les han garantizado que habrá mucha vigilancia. "Yo pertenezco a la comisión mixta, que tiene que ver estas cosas. Ya tuvimos dos reuniones con ellos y nos dan una garantía ciento por ciento de que estará todo muy bien ordenado, ya están ellos trabajando en el asunto; creo que la marcha (por la paz) que se tuvo la vez pasada es un pequeño repaso, diría yo, de lo que va a suceder allí (en el acto de beatificación)", dijo. Aunque la cantidad de gente que se va a concentrar, incluso desde un día antes y el día de la beatificación, es mucho mayor, la seguridad está garantizada, reiteró. "Nos aseguran los ministros de Gobernación y Seguridad, que todo está bien diseñado y ya nos van a presentar el diseño dentro de una reunión que tendremos uno de estos días", confirmó el prelado, quien no dio el número exacto de agentes policiales y miembros del Ejército que estarían involucrado en el dispositivo.

Pantallas gigantes

Se limitó a decir que le han prometido una cantidad suficiente "para que haya orden y tranquilidad". El padre Luis Ayala, de la comisión de Comunicación de la CEDES, dijo que se colocarán 40 pantallas gigantes en distintos puntos del perímetro de seguridad para transmitir la ceremonia. Monseñor Delgado añadió que en cada lugar donde haya una pantalla electrónica habrá sacerdotes que darán la comunión a los asistentes.

Intenso trabajo

El sacerdote Simeón Reyes, miembro de la comisión, aclaró que los detalles puntuales de cada una de las actividades relacionadas serán ofrecidos por los coordinadores de cada una de las comisiones, en una conferencia programada para la próxima semana.

Sobre los invitados especiales, monseñor Delgado afirmó que el Presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, ha invitado a mandatarios de toda América Latina. "Muchos de ellos, creo yo, ya se anotaron y se ha anticipado a decir que vienen, pero él (Sánchez Cerén) dará la noticia más apropiada, porque él maneja ese sector", dijo.

Invitados especiales

Sobre los invitados de la Iglesia, esperan a cinco cardenales de América Latina, entre ellos Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, de Honduras; José Luis Lacunza, de Panamá, y otro de Estados Unidos. Además, esperan entre 10 y 15 arzobispos y unos 60 obispos de Latinoamérica, Norteamérica y de Europa.

La eucaristía de beatificación estará a cargo del Cardenal Angelo Amato, designado por el Papa Francisco; además se contará con la presencia del purpurado Vincenzo Paglia, postulador de la causa de beatificación de Monseñor Romero, confirmaron voceros de los organizadores.

El 23 de marzo de 1980, monseñor Romero en una homilía hizo un vehemente llamado a los soldados a desobedecer órdenes de disparar contra el pueblo: "Les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios, cese la represión".

Un día después del emotivo llamamiento, un francotirador de la extrema derecha le disparo en el pecho cuando oficiaba la misa ante en la capilla del hospital para cancerosos La Divina Providencia, en el norte de la capital.

El 30 de marzo, la multitud que acudió a su funeral fue dispersada a balazos por soldados que dejaron numerosos muertos.

El magnicidio de Romero, fue el detonante de una guerra civil que duró doce años (1980-1992) y dejó 75.000 muertos.





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