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La Jornada
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El Mercosur y el operativo Cóndor de las víctimas
Según la historia oficial cuando esta columna que transportaba a los detenidos circulaba por la Ruta Nacional número 11, fueron emboscados por subversivos muriendo en la balacera
POR LUIS AGÜERO WAGNER
ACTUALIZADO: 3 DE ABRIL DE 2008

La excusa que utilizaron los represores para retirar de sus celdas en la Unidad Penitenciaria 7 de Resistencia (Chaco, Argentina), a –casualmente- siete militantes de la Juventud Peronista detenidos e incomunicados aquel domingo 12 de diciembre de 1976 era la misma de tantas otras: un simple traslado rumbo a otra cárcel, en este caso supuestamente a una prisión en la ciudad de Formosa.

En realidad fueron trasladados en transportes militares a la alcaldía de Resistencia, donde el ex diputado por la Unión Cívica Radical Víctor Marchesini los reconoció cuando eran torturados en el comedor de dicha sede. De acuerdo a las investigaciones de los defensores de derechos humanos, los torturadores pertenecían al Destacamento 124 del Ejército que comandaba el Teniente Coronel Armando Hornos. Durante la noche, se presentó una comisión militar, que presentó órdenes de traslado para retirar a los detenidos; éstos fueron entregados, y transportados en dos camiones militares, custodiados por un patrullero de la policía del Chaco, hasta un descampado vecino a la localidad de Margarita Belén.

Según la historia oficial cuando esta columna que transportaba a los detenidos circulaba por la Ruta Nacional número 11, fueron emboscados por subversivos muriendo en la balacera tres de los presos, en tanto otros aprovechaban para echarse a la fuga.  Después se supo por la confesión del policía Eduardo Ruiz Villasuso que los prisioneros del terror no estaban en condiciones de huir, dado que ni siquiera estaban en condiciones de caminar por los maltratos recibidos.  Carlos Zamudio, uno de los desaparecidos, había logrado unos días antes que le permitan hablar con su esposa, quien testimonió que le había contado que no podía ni moverse y menos caminar por las torturas recibidas. 

El agente también testimonió que las mujeres del grupo fueron violadas y tres de los presos varones castrados antes de ser fusilados a corta distancia de Margarita Belén.  Los cuerpos fueron llevados al cementerio de Resistencia, y sepultados en tumbas cuya apertura se había ordenado un día antes.

El episodio se incluyó como caso 678 en la causa 13 abierta contra la junta militar, y en el juicio que siguió a los responsables fueron declarados culpables  Wenceslao Ceniquel, Galtieri y Cristino Nicolaides.  Estos hechos conocidos como la “masacre de Margarita Belén”, no son los únicos sucesos funestos en los cuales está involucrado Nicolaides, quien también es responsabilizado por desapariciones en la provincia de Corrientes.

En el marco de estos hechos, invocando lo previsto en el “Protocolo de Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales del MERCOSUR”, la justicia argentina remitió un exhorto a la Corte Suprema de Justicia  de Paraguay  para que el Dr.Martin Almada, Víctima del Operativo Cóndor y  responsable del hallazgo de sus Archivos Secretos preste declaración testimonial el 3 de abril ante la Justicia Penal de Corrientes. Es en el expediente “General Cristino Nicolaides por asociación ilícita, Privación ilegal de libertad, apremios ilegales y reducción a la servidumbre”, hechos ocurridos en el marco de la OPERACIÓN CONDOR. PACTO CRIMINAL  entre los militares de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay  y Uruguay cuyo auge comprendió los años 1975 y 1985.

Cristino Nicolaides a fines de la década del 60 fue Agregado Militar de Argentina en Paraguay. En ese entonces Almada  fue Director del Instituto “Juan Bautista Alberdi “de San Lorenzo que mantuvo una estrecha relación con la Representación Diplomática Argentina donde conoció a Nicolaides. En su calidad de alumno de la Facultad de Filosofia de la UNA , carrera de Pedagogía le había llamado la atención  que en casi todas las reuniones sociales de la Embajada , su Profesor de Filosofía de la Educación , Dr. Manfredo Ramírez Russo, entonces Presidente de la Democracia Cristiana , fue el interlocutor privilegiado del Agregado Militar Argentino. Ramírez Russo luego se afilió al Partido Colorado stronista y fue nombrado Director de Culto del Ministerio de Educación.

Desde esta función  colaboró con la dictadura stronista  para la represión en el Colegio Cristo Rey en la decada del 70.  Actualmente, es Director de la Carrera de Ciencias Políticas de la UNA.

Cuando el general Nicolaides tuvo a su cargo  el II Cuerpo de Ejercito (Misiones, Chaco, Formosa y Corrientes) se produjo la masacre  de Margarita Belén. Allí  también fue torturado y asesinado por la fuerza represiva el paraguayo Manuel Parodi Ocampo, oriundo de Luque que militaba en la Juventud Peronista. . El Defensor de los Derechos Humanos del Paraguay, Martin Almada,  en el año 2003, promovió  acciones judiciales en Resistencia  para el esclarecimiento del hecho y castigo ejemplar a los culpables.

Nicolaides, quien ya se encuentra en prisión domiciliaria por sustracción de menores, se había graduado como teniente en 1946, como general ocupó el puesto de jefe del Batallón 601 y el Instituto Militar Campo de Mayo.  Comandante en jefe del Ejército luego de la derrota en la guerra de las Malvinas, fue uno de los miembros de la cuarta Junta Militar que gobernó el país entre junio de 1982 y el 10 de Diciembre de 1983 y que tuvo como encargado del ejecutivo a Reynaldo Bignone.

Merced al entramado diplomático que va entretejiendo el MERCOSUR, la impunidad va quedando atrás y los roles del operativo Cóndor se invierten de esta manera, en beneficio de las víctimas de la trama criminal que los intereses de Washington inspiraron y sufragaron en la región, y del engranaje de la muerte que los generales egresados de la Escuela de las Américas y otras academias de asesinos, claudicantes ante el poderío imperial, pusieron en marcha en la región.

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