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ACTUALIZADo 2 de JULIo de 2009
Ante quien se rindió el campeón
Alexis Arguello contaminó sus glorias con el camino equivocado de la política que decidió tomar
por Moisés Absalón Pastora Loásiga
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Nunca he sido hipócrita. En la medida de lo posible he tratado de ser lo más franco posible y digo en la medida de porque siempre nos ha tocado en la vida el uso de las mentiras blancas no tanto para ocultar verdades, sino para evitar dolores. Hoy debo abordar el madrugón que ocupa a todos los medios de comunicación y que a muchos nos despertó abruptamente cuando realizamos que Alexis Arguello había muerto, que no era mentira que la figura histórica del deporte nacional había sido suicidada.

No voy a rasgarme las vestiduras sobre éste tema pero quiero universalizar el enfoque en el Alexis capaz de paralizar a la nación con el impacto de sus golpes y en la contaminación que hizo de su propia gloria cuando decidió andar brincando en los escenarios de la política. Yo conocí a Alexis Arguello en el Colegio San Francisco de Asís donde estudiamos juntos. Entonces el Fundador, propietario y Director del famoso San Pancho, Profesor Héctor Darío Pastora, Tío abuelo de éste servidor, lo animó a sacar el bachillerato y lo becó. En ese tiempo éste quien les habla era el capitán de la banda de guerra y Alexis el abanderado del pabellón nacional cuando hacíamos los desfiles. Eso nos permitió un grado de amistad que hizo posible, estar en términos de compañerismo, un poco más cerca del flaco que otros y claro sacaba más pecho de esa relación cuando Alexis me daba raid, casi todos los días, encaminándome a mi casa en Valle Dorado, en tiempos en que éste vivía en Linda Vista Norte.

Alexis terminó su bachillerato, vino la mal llamada revolución, los asaltantes del poder le confiscaron hasta lo que no tenía y no tuvo más remedio que quedarse en el exilio sufriendo y llorando el robo y la estafa de la que fue víctima. Ese episodio tan arbitrario e injusto nadie lo pudo digerir porque contrastaba la gloria que el flaco daba a Nicaragua y el pago que recibía de los “compañeros” en el poder que ingratamente no reconocían las grandes satisfacciones y alegrías que el “Caballero del Ring” dada a sus compatriotas.

Después de un tiempo y sin imaginármelo me volví a encontrar a Alexis pero en el plano de las aventuras guerrilleras. Me encontraba en Venado en el puesto de mando de Río San Juan rodeado de un montón de cámaras esperando a un personaje que acompañaba a Edén Pastora quien se acercaba al embarque montado en una cobra, una de las dos lanchas de alta velocidad, en la que solo se desplazaba la alta oficialidad.

El personaje que acompañaba a Edén era el tricampeón campeón mundial Alexis Arguello quien llegaba a anunciar su incorporación a las filas guerrilleras del Frente Revolucionario Sandino, el brazo militar de la Alianza Revolucionaria Democrática, ARDE. Alexis comentó entonces a los medios internacionales de prensa que se sumaba a la lucha contra los dictadores que lo habían confiscado, que lamentaba como se habían perdido las libertades y que sus nuevas peleas serían libradas con el uniforme camuflado que en ese momento lucía y con la AR-15 que él había escogido para disparar contra la tiranía.

La guerra sin embargo nunca fue para Alexis y aunque estuvo unas semanas en el Río más como animador de las tropas que como combatiente. Después desapareció y se dedicó a hacer la de embajador de nuestro frente de lucha ante el mundo y así se la pasó hasta que en 1990 nos volvimos a reencontrar en Radio Corporación, emisora que visitaba, para participar de esas tertulias que armábamos con los desaparecidos Alejandro Acevedo, Roy Flores, Roger León Carranza y Francisco Carranza Chamorro que también se nos sumaba para irnos todos donde Pascualito en el Faisán Dorado.

Alexis era un anti-sandinista consumado y como no serlo si le habían robado todo lo que tenía y todo lo que necesitaba cuando por los desórdenes propios de su vida, se lanzó a la oscuridad a la que descienden los seres humanos que llevados por sus debilidades, han sido atrapados por las drogas y lanzado al inframundo de la indigencia y con todo eso tuvo que luchar hasta el último momento de su vida.

Alexis Arguello contaminó sus glorias con el camino equivocado de la política que decidió tomar. De la misma manera que fue un caballero del ring -así lo reconocen todos- se convirtió en un villano cuando impredeciblemente apareció con Daniel rebajando visiblemente su estima al asumir un comportamiento zalamero observado por todos y que dejó sabores amargos en tantos miles y miles que en algún momento como un ídolo insuperable y eso lo percibió perfectamente el tricampeón.

Alexis Arguello nunca fue malo. Mientras fue estrictamente atleta traslució bondad, nobleza y humildad pero el percibió, se desprende de comentarios hechos a muchos de sus amigos, que sentía que su ángel había desaparecido. Que el respeto que el estimaba transpirar había sido totalmente disminuido y que le dolía haberse prestado para una mascarada electorera que le había dado una alcaldía profundamente cuestionada pero al final para nada porque ahí los que decidían eran otros y no necesariamente para bien.

Alexis Arguello sentía su vida bajo el fuego graneado de las adversidades. Todos los días se miraba bajo el señalamiento moral de ser un usurpador de la voluntad popular; de ser cómplice de un fraude para ocupar una silla inmerecida: de ser una marioneta de la pareja presidencial; de no mandar, de no decidir, de ser una cosa en la Alcaldía de Managua.

Desde que el tricampeón mundial fue designado a la Alcaldía de Managua por Roberto Rivas quiso hacer desde su inobjetable nobleza cosas buenas para la capital pero cosas que al fin y al cabo desencajaban con los planes del partido y es cuando comenzaron los problemas que pretenderán ignorar o tapar pero que están ahí en la boca de cualquier cantidad de testigos que conocen y saben cómo se han manejado las cosas porque las vivieron.

Alexis no había terminado de sentarse en la silla que realmente le corresponde a Eduardo Montealegre cuando le prepararon una súper gira con el cuento de buscar recursos y hermanamientos en ciudades pudientes para paliar la supuesta falta de camiones recolectores de basura sobre los que podremos hablar en otro momento. Esa gira fue tan larga por Argentina y Rusia, creo que ese fue entre otros el periplo inicial, que cuando el Flaco volvió todos los nombramientos que había hecho, las compras que había autorizado, los cambios ordenados habían sido desechos, desautorizados y revertidos.

Quien dio marcha atrás a todo lo decidido inicialmente por Alexis fue el verdadero alcalde, el hombre designado por la pareja presidencial, el verdadero poder tras el trono, Fidel Moreno, con quien discutió fuertemente. El pleito fue tan grave que Alexis fue mandado a llamar por Daniel Ortega para que lo acompañara en el más reciente de los actos conmemorativos al natalicio de Carlos Fonseca Amador el pasado 23 de Junio en la Plaza de la República, día en el que además presentaron a Pizango el indígena peruano acusado en su país de haber provocado e incitado a una masacre en la que murieron más de 32 personas, incluyendo a 22 policías.

Después de que Daniel Ortega calmó la indignación de Alexis éste otra vez fue enviado a hacer el papel de embajador y según entiendo fue a Puerto Rico y Panamá pero cuando volvió se encontró con una nota en la que claramente se le decía que él no mandaba nada y que le participaban que todos los gastos para la celebración del 30 aniversario del 19 de Julio los asumiría la Alcaldía de Managua lo que por supuesto sumió al flaco explosivo en una depresión que mezclada por otras cosas indudablemente lo llevaron a tomar una decisión en la que el arma fue el instrumento pero quien verdaderamente hala el gatillo, directamente al corazón, como para dejar un mensaje de lo profundamente traicionado que se sentía, fue el vulgareo e irrespeto a su dignidad.

Esta mañana alguien que se identificó como primo de Alexis Arguello llamó a Radio Corporación. Se trata de Francisco Arguello quien desde Virginia, Estados Unidos, dijo haber hablado ayer a las diez de la noche con el flaco y que éste último le dijo que ya no aguantaba, que se sentía asqueado de ver cómo era vulgarizado, que un tal Fidel Moreno era quien realmente mandaba, que no era posible que una periodista sin mayores atributos fuera más que él y que ya no soportaba como el mismo personal, a nivel de directores de área, se reunieran antes que con él, con Fidel Moreno quien fue designado por la pareja presidencial para cuidar por los intereses del orteguismo en la comuna capitalina.

Es fácil deducir y fácil adelantarse a que el dictamen de los médicos forenses determinará que el suicidio fue la causa de la muerte de Alexis Arguello pero ya surgió la duda cuando alguien dijo en un canal de televisión ésta mañana haber visto el cadáver del tricampeón golpeado pero además con varios orificios aparentemente de bala en su cuerpo.

De todas formas una cosa si es segura. Alexis Arguello es una víctima más del orteguismo. El arma fue el instrumento que disparó al corazón pero fueron las presiones, el menosprecio, el irrespeto a su dignidad los que lo suicidaron.

 

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