Fabricio Correa Delgado, Guayaquileño de 51 años, Ingeniero Mecánico de profesión, es además hermano mayor del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Salta al estrellato nacional en medio de escándalos mediáticos, sobre su participación accionaria en empresas privadas con millonarios y privilegiados contratos de obras públicas con el gobierno que dirige su hermano Rafael, según la prensa de entonces.

Hoy la historia de Fabricio Correa se enmarca en medio del estrellato mediatico, como actor principal de la lucha opositora contra su hermano el presidente Rafael Correa. Fabricio cautiva a propios y extraños, con un discurso directo, fino y motivante.

Desde el punto de vista del Marketing Político, podríamos decir que Fabricio Correa, es todo un “fenómeno político”, capaz de robarle el escenario al mismísimo Jaime Nebot, Alcalde de Guayaquil, como ocurrió recientemente en la inauguración de un sistema de alcantarillado y control de inundaciones en la ciudadela “La Florida” al norte de Guayaquil, donde a la llegada de Fabricio, quién también era contratista en esa obra, todos los medios de comunicación presentes corrieron detrás de él, dejando prácticamente solo al Alcalde Nebot, inclusive la foto de la inauguración que apareció al siguiente día en los medios escritos, era una foto de Fabricio y Nebot, y en la televisión salió mas la entrevista a Fabricio que la propia inauguración. O como cuando asistió al acto de apoyo al editorialista Emilio Palacio en la Ave. 9 de octubre, donde todas miradas lo rodearon de inmediato y fácilmente y sin decir una sola palabra, se convirtió en uno de los principales atractivos de ese importante acto cívico.

A Fabricio le costó el estrellato casi el mismo esfuerzo y tiempo que a su hermano el presidente Rafael Correa, ambos fueron fruto de la oportunidad del momento, y ambos supieron aprovechar con maestría esa oportunidad. Para los que hemos tenido el placer de conversar en multiples ocasiones con Fabricio, podemos dar fé y testimonio de que es un hombre en extremo sencillo, siempre atento, caballeroso en la plática, tolerante en la crítica, con una profunda convicción de Dios y siempre rodeado de sus hijos y esposa como su principal activo y testimonio de vida.

No sé si Fabricio será algún día candidato a alguna posición electiva en el Ecuador, donde cualquier cosa puede pasar, pero lo cierto es que seria un hecho inédito y en extremo interesante, ver dos hermanos antagónicos compitiendo por la presidencia de la república. Lo cierto es que Fabricio con toda naturalidad, dice las cosas que los demás callan por miedo o conveniencia, y la forma como la dice, auténtica y con palabras que todos podemos entender, llegan con suavidad a los oídos de la gente, quienes han aprendido a valorarlas.

Los espacios que otros dejan, están siendo ocupados por los Fabricios Correas ecuatorianos, gente sencilla, entradora, que dice lo que piensa y como lo piensa, pero convencen a la gente por la forma y el fondo de sus discursos. Los Fabricios son necesarios, y hablo de los Fabricios y no solo de Fabricio, por que como él vendrán otros que ocuparán el escenario político nacional ante la falta total de liderazgos en la mal llamada oposición política del Ecuador. La renovación de cuadros políticos es urgente y necesaria, ante la clara alusión de un estado unipartidista en el país, un partido único seria un desastre para la democracia, y un atentado contra las libertades individuales y colectivas de los sujetos políticos y civiles.

(*)Consultor en Marketing Político