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actualizado 24 de enero 2010
¿Marchas o no-cooperación?
Las marchas son un instrumento democrático que ha caracterizado la lucha social de las agrupaciones civiles
Por Walter Giovanni Monge-Cruz

El partido republicano ha embestido políticamente al presidente Obama, con su negativa a aprobar una reforma al sistema de salud estadounidense, aún, cuando después de la perdida de la mayoría absoluta en el senado, Obama, redujo considerablemente su ambicioso plan de salud.

Es claro para los republicanos que la mejor estrategia política que pueden utilizar en este momento para impactar a su favor las elecciones del próximo noviembre, consiste en negarle al presidente cualquier éxito en su agenda de reformas políticas. De esta manera, podrán ocupar ante los electores la clásica táctica política de recriminar al presidente la falta de cumplimiento de sus promesas, lo cual, como la historia reciente nos muestra en Massachusetts, es efectivo.

Lo fatídico para la comunidad hispana en Estados Unidos, es que con esta estrategia muere la esperanza de obtener la reforma migratoria tan esperada este año, la cual, además de mantener a millones de hermanos indocumentados en la obscuridad social, afecta a los inmigrantes que aspiran a una reunificación familiar y se continuara con la inhumana practica del encadenamiento y encarcelamiento de seres humanos honestos.

Los demócratas seguramente aludirán en defensa que por los republicanos no se pudo hacer mucho, y pedirán el respaldo nuevamente, pero, ¿es eso acertado?. Claro que no.

Como lo expresé en mi articulo anterior, la comunidad hispana, les ha venido apoyando desde el 2006, para que retomaran el poder en el congreso y la Casa Blanca, más, una vez con ese control político, nos han defraudado y han dejado nuestra demanda histórica en una postergación que parece perpetua.

Como la minoría civil más grande en el país, el voto latino será perseguido por ambos partidos, y la oferta política estará basada en la misma promesa de una reforma integral y seguridad en las fronteras que venimos oyendo desde hace una década.

¿Estamos dispuestos a continuar ese juego político? Animo a cada uno a que no lo hagan. ¡Es suficiente! Pero, ¿Cómo actuamos?, ¿Con marchas simbólicas o con acción civil de no-cooperación?

Las marchas son un instrumento democrático que ha caracterizado la lucha social de las agrupaciones civiles que impulsan la reforma migratoria, pero desde las históricas congregaciones en 2006 y las consecuentes controversias, originadas por lideres socialistas anti estadounidenses que fortalecieron el movimiento Minutemen, el efecto político se ha reducido hasta el estado actual, que es, prácticamente nulo políticamente a nuestras aspiraciones.

La marcha programada para el próximo 21 de marzo seguramente servirá para catapultar el tema entre los políticos, pero, este es tiempo de profundizar nuestro rechazo al juego político en Washington DC, y mostrar el verdadero poder de la comunidad hispana en esta sociedad. Es tiempo de protestar, pero de una manera más efectiva, la cual, desde mi punto de vista es la no-cooperación.

A diferencia de la desobediencia civil que generalmente ocasiona violencia y represión, la no-cooperación es un camino pacifico para demostrar el poder de una comunidad que es vital para la economía y progreso de este país.
Por un par de días, los millones de hispanos que vivimos en este país, dejemos de, recoger y botar la basura en las oficinas, cuidar niños, preparar y cocinar los alimentos en los restaurantes, manejar los camiones comerciales, usar el transporte público y privado, ver la televisión en idioma ingles, gastar dinero en la economía del país, etc. Abstengámonos de consumir y proveer servicios y demostrémosle a los políticos nuestro verdadero capital humano en una sociedad que nos señala como un problema más que lo que verdaderamente somos, una solución a sus problemas.

Debido a ello, sugiero al liderazgo activista, clerical, empresarial y político hispano en Estados Unidos para que se inicie un proceso de convocatoria para ejercer esta actividad de no-cooperación a la economía estadounidense y declaren una huelga general de labores e inactividad comercial en el país, y que todo el pueblo hispano se una en oración a Dios.

Les animo a que consideren oportuno aprovechar las fechas del 1º al 4 de abril, en consecuencia a las actividades religiosas que culturalmente se desarrollan durante este periodo, para efectuar esta actividad y demostrar nuestro valor como pueblo honesto y productivo ante Dios y el país.

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