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actualizado 31 de agosto 2011
España e Italia al borde del abismo financiero
La economía globalizada está siendo golpeada simultáneamente en demasiados frentes
Por Gustavo Adolfo Vargas*
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Estimulada por la espiral de deuda soberana en Europa, tanto la crisis como la rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos han provocado una nueva ola de volatilidad y alimentado los miedos de otra recesión global. Tal hecho, ocurre mientras las autoridades de los países desarrollados están agotando los recursos para afrontar los embates de nuevas sacudidas.

Los bonos soberanos de Italia y España, son comprados a gran escala por el Banco Central Europeo (BCE), en lo que constituye un salto cualitativo en la batalla de dos años de Europa para contener la crisis de la deuda. Por su parte, Italia y España, tercera y cuarta economía de la región, respectivamente, tienen un Producto Interno Bruto de casi 2.7 billones de euros (millones de millones), alrededor del 30% del PIB de la zona euro.

Robert Zoellick, Presidente del Banco Mundial, ha secundado la decisión del Banco Central Europeo de comprar bonos de países de la eurozona bajo presión como España e Italia, pero precisó que esta medida solo resolverá problemas de liquidez a corto plazo. Por ello, pidió a los líderes que aprobaran reformas estructurales para mejorar la productividad, la creación de empleo, el libre comercio y poder retomar la senda del crecimiento.

Efectivamente, el Banco Central Europeo (BCE), cumplió su promesa de adquirir bonos españoles e italianos en gran escala, calmando a los inversionistas que temían que los líderes europeos se quedaran de brazos cruzados; entretanto, la crisis de la deuda se propagaba a España e Italia.

El BCE compró los bonos de esos países por primera vez, desde que creó su programa de adquisición de deuda hace 15 meses; los cálculos indican que las mismas podrían haber ascendido entre 3,500 millones de euros (US$5,000 millones) hasta 5,000 millones de euros. La compra de 5,000 millones de euros, es “una gota en el océano” si se compara con el tamaño de los mercados de bonos de Italia y España. Además, su capacidad de impactar los mercados no se percibirá en un día, sino con el tiempo.

El BCE anunció que: “implementará activamente” su programa de compra de bonos, el cual fue reactivado con posterioridad a un paréntesis de cuatro meses. Anteriormente el organismo se limitó a comprar bonos portugueses e irlandeses.

En ese momento, el BCE no quiso comprometerse con compras de mayor envergadura porque quería garantías de que Italia y España acelerarían sus reformas y planes de austeridad, y de que el fondo de rescate podrá obtener bonos posteriormente.

Ante tales compromisos asumidos, el Banco Central, se mostró anuente a entrar en un territorio inédito: la compra de bonos de los países más grandes de la zona euro. Economistas de Royal Bank of Scotland calculan que el BCE y el fondo de rescate de Europa deberán contar con 850,000 millones de euros en bonos de Italia y España para blindar a esos países.

“No puedo imaginar que vayan a querer poner la cantidad de dinero que los mercados querrían para apuntalar a Italia y España, tendrían que ser cientos de miles de millones de euros”, externó Raoul Ruparel, analista del centro de estudios londinense “Open Europe”. Los datos ilustran la tensión imperante en los mercados en los días previos a la intervención del BCE. Los bancos comerciales italianos duplicaron la cantidad de dinero que pidieron prestado al BCE el mes pasado, llegando a 80,000 millones de euros (US$115,000 millones), un reflejo de sus dificultades para acceder a los mercados interbancarios para financiarse a corto plazo.

Muy en claro ha dejado el BCE, que combate la crisis de manera renuente. Y es que, desde hace tiempo la entidad ha considerado que la principal responsabilidad por sacar a los países débiles de la zona euro de sus aprietos fiscales corresponde a los contribuyentes de las economías fuertes, no a él.

El comunicado del presidente del BCE, Jean Claude Trichet, indicaba que la Junta Directiva del banco “considera fundamental que los gobiernos se preparen para activar” el fondo de rescate para comprar bonos en el mercado secundario. Dicho de otra forma: seguir el ejemplo del Banco Central.

La economía globalizada está siendo golpeada simultáneamente en demasiados frentes. Japón tiene un índice de endeudamiento mucho mayor que el norteamericano y años de estar estancado. Y países de la periferia de la zona Euro (Grecia, Irlanda y Portugal) también enfrentan graves crisis económicas, sociales y políticas. Por otra parte, presentan altos niveles de endeudamiento.

Lo más grave es que países europeos cuyas economías son mucho más grandes, como España, Francia e Italia, igualmente penden de un hilo y eventualmente requerirán de rescates al estilo Grecia.

Se desconoce cuál será el impacto de esta acción, estamos navegando en aguas desconocidas, lo que aumenta la amenaza de una profunda recesión, e incluso de un brote de proteccionismo; el espectro de una nueva recesión mundial se avecina.

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