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actualizado 28 de diciembre 2012
Privatiza, Liberaliza y Privatiza que algo queda
Los primeros en la cuerda del desgaste han sido los inmigrantes
Por José Fortique
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El 2012 es uno de los peores años para los trabajadores españoles enfrentados al duro derrumbe del Estado de Bienestar y, la imposición de un modelo de recetas que a los latinoamericanos nos recuerdan la etapa más dura del credo neo – liberal. Entre la cacería exótica en Bostwana, el escándalo de Iñaki Urdagarin y otros papelones de la “nobleza” española, la credibilidad se hace cada vez más menguada en las Instituciones, los ciudadanos no encuentran respuesta a sus demandas, que entre las más elementales incluyen un empleo digno para capotear el alza de los impuestos.

España no está sola en el cordón periférico de la Unión Europea, las asimetrías de la UE han colocado en relieve la supremacía de Berlín también tambaleante que aspira a un módico 1 % de crecimiento económico para este año y una caída en picada de la tasa de empleo. Lo de Grecia es simplemente vergonzoso, con una raquítica capacidad de pago la clase política griega claudicó ante la Troika, aceptando un paquete de austeridad que ya roza en cifras histórica que nadie imaginaba hace un par de año mientras el turismo brillaba en su mejor momento .La economía griega está literalmente quebrada y depende del paquete de “Rescate” que implica un nivel de endeudamiento insostenible y una pérdida de soberanía absoluta de la política económica.

La caída de los naipes Europeos demostró una compleja relación de dependencia del Euro con las economías colapsadas: Irlanda, España, Portugal y Grecia y las asistidas: la italiana y la francesa. Con el poderío militar alcanzado y el apoyo de la OTAN, Europa ha jugado este año a la guerra en Libia (con el asesinato de Muamar al Gadafi), en Costa de Marfil, y tiene en puertas alianzas para intervenir en Malí, República Centroafricana del Congo y Siria, el objetivo es claro: dar un respiro imperial a la grave crisis económica, con la adquisición directa de minerales estratégicos o incidir en el sector financiero especulativo.

Los primeros en la cuerda del desgaste han sido los inmigrantes, retornan a sus países o se exponen a un crecimiento exponencial de la xenofobia. En este laberinto las predicciones del propio FMI son poco optimistas, a España se le augura un alto nivel de conflictividad social ante una recesión inminente el próximo año, la solución mágica expuesta por Christine-Lagarde no dista de lo aplicado en otras regiones, flexibilización laboral que se traduce en conculcación del derecho a la protesta, adelgazamiento de la burocracia estatal que supone despidos en masas y privatización del Estado social, eso significa desde pagar por usar los calentadores de comidas en las escuelas públicas hasta la supresión total de la salud pública.

En España, los “socialistas” como Zapatero le han dado el visto bueno a las medidas de “austeridad”, que no suponen un incremento de impuestos a las clases dominantes, sino una extenuación de la menguada plusvalía excedente de los trabajadores, redistribuida en las ayudas para el paro. Ni PSOE ni PP, advierten alternativas a este orden que en la calle comienza a calentarse con movilización multitudinarias, pero la indignación es un malestar y no una solución. El diagnostico de Gianni Vattimo revela que el problema de Occidente apunta a un agotamiento de alternativas al modelo capitalista, la imposición del mercado libre como tesis absoluta despolitiza las sociedades y envuelve el discurso en variables técnicas. Un sacudón en el horizonte no es previsible, izquierdas como la de Hollande son un reflejo del vacío de la clase dirigente Europea, en una sociedad que se acostumbró durante décadas al rol de “consumidor”, la capacidad de movilización obrera parece estar limitada por ahora en evitar el desmantelamiento del Estado de bienestar sin implicar un desafío violento al orden neo -liberal.

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