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actualizado 22 de junio 2012
Moreno Ocampo: nueve años en la Corte de La Haya
El rol básico de la Justicia no es sólo castigar por lo que sucedió, sino evitar que suceda de nuevo”
Por Maximiliano Sbarbi Osuna
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El viernes 15 de junio el primer fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Luis Moreno Ocampo, cumplió el plazo de nueve años establecido para su cargo. ¿Por qué varias de sus actuaciones son polémicas, sobre todo en casos como Libia y Costa de Marfil?

La tarea planteada por el CPI es limitada, ya que su misión es juzgar genocidios y crímenes de guerra sin contar con policía propia ni el apoyo de los Estados Unidos, que es uno de los países que no suscribieron el Estatuto de la Corte, junto con Rusia, China, India, Israel, Cuba, Irak y otros ochenta Estados más.

Sin embargo, el Tribunal de La Haya depende de la cooperación de los distintos gobiernos e instituciones policiales y militares, que muchas veces están en la mira de la Corte.

El fiscal jefe considera que la autoexclusión de los Estados Unidos le da una mayor transparencia al Tribunal.

Asimismo, Moreno Ocampo siempre se mostró optimista con su trabajo, dado que a pesar del limitado apoyo y de no depender de la ONU logró encarcelar a varios responsables de crímenes de guerra.

“Evitar que suceda de nuevo”

En diversas entrevistas el fiscal destacó que su tarea no es solo judicial, sino también disuasoria y pone como ejemplo la desmovilización voluntaria de miembros de las Autodefensas Unidas que se produjo en 2006 en Colombia.

Moreno Ocampo aduce que Bogotá presionó a los ex paramilitares mientras la CPI actuaba en Uganda en un caso análogo, en el cuál se veían reflejados los combatientes ilegales colombianos.

Por eso, a menudo, lanza esta frase: “el rol básico de la Justicia no es sólo castigar por lo que sucedió, sino evitar que suceda de nuevo”.

Además de su trabajo como fiscal jefe, cuando llegó a La Haya en 2003 se vio forzado a reclutar expertos en relaciones internacionales para poder llenar las oficinas vacías de esta entidad que abrió sus puertas un año antes.

El fiscal inició su tarea de intentar llevar justicia a regiones olvidadas tomando las situaciones más graves, por eso se concentró en la república Democrática del Congo, Uganda, Sudán, Libia y Costa de Marfil.

Casos controvertidos

Su actuación en el Congo, en donde el complejo panorama le permitió una limitada participación, es juzgada como correcta, al igual que el intento de someter a juicio a los responsables de las guerrillas y paramilitares en Uganda.

Sin embargo, en el caso de Sudán es delicado. A partir de 2009, la Corte solicitó la detención del presidente Omar al Bashir por acto de genocidio en la rica región de Darfur.

Lo controvertido del caso es que Sudán es un país aliado de China y que además bloquea los intereses geopolíticos de Occidente en la región, ya que está rodeado de países preeuropeos y pronorteamericanos.

Se lo acusa a Moreno Ocampo de tomar parte por un bando, sin embargo en Darfur murieron 300 mil personas a causa de las matanzas de las guerrillas financiadas por Al Bashir.

Pero, los casos en los que más expuso una conducta prooccidental, o inclinada a favor de los intereses franceses, son los de Libia y Costa de Marfil en 2011.

El pedido de captura de Kadafi y de su hijo Saif al Islam, llegó un mes después de que comenzaran los bombardeos de la OTAN, reforzando la teoría de que el líder libio era el que masacraba a su pueblo.

Así, mediante el peso de la CPI, Moreno Ocampo aceleró el desgaste de Kadafi y acentuó el pedido mundial de intervención en el país árabe, cuado en realidad los crímenes de los rebeldes y de la Alianza Atlántica fueron superiores porque la intención era derrocarlo para establecer un gobierno títere que le suministrara el acceso al petróleo, al agua y una participación de las naciones y compañías que habían sido relegadas durante el mandato del gobernante asesinado.

En Costa de Marfil, paralelamente sucedió algo similar, que fue tapado por la invasión a Libia. Moreno Ocampo viajó al país africano y pidió la captura del ex presidente Laurent Gbagbo, que se había declarado ganador de las elecciones presidenciales.

Pero, las tropas francesas ingresaron a sangre y fuego y pusieron en su lugar al rival electoral, Alassane Ouattara, el ex director del FMI para África y aliado de París.

Desde Costa de Marfil, Moreno Ocampo declaró “seremos imparciales”, pero Gbagbo está detenido en La Haya y Ouattara está gobernando en el país africano, luego de que el enfrentamiento haya dejado unos mil muertos.

En una entrevista de 2006, el fiscal refiriéndose al Juicio a las Juntas afirmó: “los crímenes graves son transnacionales”, algo que también se puede aplicar a Libia y a Costa de Marfil.

Sin embargo, estas acciones que favorecen al bando francés no ensombrecen su labor en aquella histórica causa, como tampoco las acusaciones contra líderes Carapintadas y contra los militares por “incumplimiento de sus deberes” durante la guerra de Malvinas.

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