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actualizado 11 de Sept. 2011
Bosques de costas: fronteras verdes en extinción
El presente artículo busca ilustrar al lector de manera breve y sumarlo a la defensa de estas desprotegidas reservas naturales
Por Lenin Cardozo
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En el continente americano, la expansión de las ciudades litorales o marítimas en estas últimas décadas, producto del crecimiento poblacional, ha contribuido a la casi extinción de los bosques de costas, quienes representan importantes ecosistemas que han servido de refugio seguro de una diversidad de fauna y flora.

Progresivamente hemos venido arrinconando a estas fronteras verdes, hasta desaparecerlas en muchos casos. Lo que en el pasado significaban los grandes paraísos para innumerables especies, hoy han sido sustituidos por edificios, villas de casas o avenidas turísticas que bordean esas costas.

El presente artículo busca ilustrar al lector de manera breve y aspira a partir de este pequeño conocimiento sumarlo a la defensa de estas desprotegidas reservas naturales.

Estas comunidades forestales de los bosques de costas, son representadas fundamentalmente por manglares, bosques de playa, humedales y bosques ribereños, en la mayoría de los casos son los últimos pulmones y riñones que le quedan a muchas de esas ciudades en expansión.

Condición de privilegio y a su vez desvalorizada, para quienes liderizan los planes de desarrollo urbano de esas localidades. Entramos al nuevo siglo con las mentes aún encasilladas en que el mundo es el lugar, solo de los humanos y que el resto de las especies son para apreciarlas en zoológicos o jardines botánicos, en el mejor de los casos. Es inaceptable pensar que nuestra llegada al mundo también le está quitando un espacio a otros seres.

Los cinturones de los manglares son uno de los bosques de costas que están en mayor peligro de extinción.

Ellos se componen de árboles y arbustos que crecen por debajo del nivel de pleamar de las mareas vivas, se caracterizan por una especial de diversidad florística producto de que algunas plantas pueden tolerar y florecer en el lodo salino y soportar frecuentes inundaciones por agua de mar.

La mayoría de las especies animales que se encuentran en los manglares también se producen en otros ambientes, tales como playas, ríos, pantanos de agua dulce o en otras formaciones boscosas cerca del agua. En general, las especies animales estrictamente confinados a los manglares son muy pocos (cangrejos tienen un mayor número de especies en los manglares). Los manglares son también santuarios de aves endémicas y migratorias.

También, la biodiversidad en los bosques de playa es extremadamente frágil. En general se encuentran por encima de la marca de marea alta en suelos arenosos y pueden unirse con tierras agrícolas o bosques de tierras altas.

La vegetación en las dunas de playa es limitada, debido a las difíciles condiciones, producto de los extremos climáticos (fuertes vientos, salinidad, falta o exceso de humedad). Ellos son muy sensibles a las modificaciones del ecosistema.

Un ligero cambio en el nivel de las aguas subterráneas, por ejemplo, podría eliminar la vegetación. Esta vegetación de playa tienen un papel importante en la estabilización de las tierras. Igual que en los manglares las especies animales dominantes son los cangrejos y moluscos. Las playas son también los únicos sitios de reproducción de las tortugas marinas.

Igual de importantes son los humedales o bosques de pantanos que son espacios periódicamente inundados por el agua de los ríos (diaria, mensual o estacional), marea e inundaciones. Se ubican en elevaciones algo más altas que los manglares. Están influenciados por los movimientos de las mareas y puede ser inundado por dulce o agua salobre ligeramente dos veces al día. Su vegetación natural es más diversa que la de los manglares.

Finalmente, los bosques ribereños, que se encuentran adyacentes o cerca de los ríos. Caracterizándose por ser extremadamente densos y productivos, tienen un gran número de plantas trepadoras.

Además de sus valores estéticos y recreativos, son importantes para preservar la calidad del agua, control de la erosión y refugios de vida silvestre, especialmente para los anfibios y reptiles. Los monos y otros mamíferos arborícolas y aves suelen ser abundantes en ese tipo de bosques.

Agradezco al lector su tiempo y todo lo que de ahora en adelante pueda hacer en ayudarnos a concientizar para así defender estos minusválidos bosques.

*Ambientalista venezolano | ANCA24

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