Tinta para cerrar heridas
“Cuando una persona está deprimida, su sistema inmunológico también lo está”
Por Guadalupe Bécares Palacios
“Pero aquí estoy, quiera o no. Ahora este es mi sitio y desde aquí tengo que afrontar mi nueva vida”. Ese sitio es una silla de ruedas y estas palabras pertenecen a Iván Heras, un joven triatleta y bailarín que el pasado mes de diciembre sufrió una lesión medular cuando viajaba con su moto debido a la imprudencia de un conductor que salió ileso. Ahora, desde el hospital donde se recupera, ha decidido contar su día a día, sus avances y sus recuerdos en un blog que decidió llamar Esto no era lo acordado.

“El escribir calma la ansiedad que sentimos cuando tenemos un problema, ya que controla la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico”, cuenta la doctora Sonia B. F. Arias en su bitácora sobre psicología. “Los sentimientos reprimidos producen síntomas y enfermedades graves en nuestro organismo pero, al escribir sobre ellos, nuestras palabras se convierten en un respiradero para nuestra mente y los efectos de los sentimientos reprimidos desaparecen”, añade. El doctor James Pennebaker, de la Universidad de Texas, fue uno de los primeros psicólogos en recomendar la escritura como terapia para superar los problemas emocionales, y recomienda empezar por contar el mayor de los traumas que ha vivido para iniciar un proceso de desahogo completo.

“El proceso cognitivo de organizar lo que uno piensa para escribirlo tiene un efecto calmante. Puede producir relajación física, bajada de la presión arterial, caída del ritmo de respiración y mejora del sueño, según los estudios”, afirma Nancy P. Morgan. Es decir, contar un problema sobre el papel puede hacer que se mejore no solamente en el plano emocional, sino también en el físico. Una investigación de la Universidad neozelandesa de Auckland, constató que el proceso de escritura hacía que las heridas cicatrizasen más rápido ya que, según este estudio, “el estrés y la depresión están relacionados con una curación más lenta de las heridas”.

Otros estudios médicos realizados en Estados Unidos también señalan que algunos pacientes asmáticos mejoraron casi un 20% sus niveles de respiración al escribir sus conflictos personales y que alrededor del 30% de personas que sufrían artritis redujeron sus dolores.

“Cuando una persona está deprimida, su sistema inmunológico también lo está”, explica la psicóloga María Ángeles Muñoz, e indica que con el proceso de escritura se hace una exteriorización de ideas nocivas que rondan la mente, por lo que, contarlo por escrito, da como resultado un mejor estado físico de la persona y aleja la depresión, el estrés o la tristeza. Aunque contar los traumas a alguien también sea importante, ante la página en blanco se tiende a ser más sincero y despojarse de miedos y vergüenzas. “Verbalizarlo es importante, pero hay un interlocutor que va a intentar aconsejarnos o consolarnos. Eso no pasa cuando escribimos. En un papel que sabemos que nadie va leer, solemos ser más sinceros. Cuando uno menciona aquello que no puede ser nombrado, se libera”, sostiene Muñoz.

En una entrevista, Iván contaba que decidió ponerse a escribir porque le animaron a hacerlo sus amigos y familiares. Además de contar progresos físicos, como poder cambiarse de posición o coger masa muscular, también comparte sus recuerdos de cuando corría o bailaba en un grupo de folklore.

Lejos de hacerlo con nostalgia, Iván cuenta que tiene nuevos objetivos y ya piensa en volver a hacer deporte, en este caso, paratriathlon y en volver a tocar desde la silla para que sus compañeros sigan el baile.

En los dos meses que lleva contando su recuperación ha conseguido ganarse miles de visitas que admiran su fuerza de voluntad y que no dudan en escribir comentarios para animarlo a seguir con su blog que, más que un diario de a bordo, es un ejercicio de positividad. “Estoy seguro de que se pueden sacar cosas positivas de esta situación. La silla me ha enseñado a saborear la vida de una manera diferente. Desde que mis piernas dijeron basta he aprendido a valorar otras cosas y sé que a veces la tranquilidad es una virtud y las prisas una cortina que impiden disfrutar del paisaje”, cuenta en el blog. Y, con sus palabras y su ejemplo, además de curar sus heridas, ayuda a cerrar las de los demás.



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