Entre el arqueo y el balance
Olvidamos que el espíritu gobierna el cuerpo
Por Victor Corcoba Herrero
No me gustan los devotos del señor soborno,
tampoco los piadosos de puertas para afuera,
ni los sentimentales que viven según les place,
que donan únicamente aquello que les sobra,
en lugar de donarse ellos, ¡hasta no dejarse piel!

De un tiempo a esta parte, me parto de dolor,
pues en este mundano mundo, los inhumanos
humanos sólo se reparten panes indecentes,
palabras que en vez de alimentar consuelo,
nos desnutren el alma, ¡nos nutren de vicios!

¿Habrá mayor inmoralidad que servirse
del pobre con la humillación y la miseria,
adueñándonos de sus vidas y usurpándoles
el sueño de la libertad?. Pongamos mesura:
al privilegio de unos, ¡el dominio de los otros!

Aquí, en la tierra de nadie, ya no se gana el pan
con la sublime dignidad de nuestros abuelos,
ni con la esperanza de nuestros propios padres,
nos hemos vuelto tan adictos a lo material,
que todo lo que no es dinero, ¡mejor no exista!

Olvidamos que el espíritu gobierna el cuerpo,
que la sabiduría no es otra cosa que el yo
caminando por este galáctico universo de color,
tan místico como contemplativo, tan de Dios,
que aunque nada es, ¡lo es todo en la creación!

Despertemos, pues, a la rectitud de la poesía,
volvamos al árbol de la equidad, retornemos
y custodiemos esta vida nuestra en su hondura,
que sí vivir, ¡es hacer arqueo de lo andado!,
también morir, ¡es hacer balance de lo vivido!




NOTA DEL EDITOR: El diario La Jornada insta a los lectores a dejar sus comentarios al respecto del tema que se aborda en esta página, siempre guardando un margen de respeto a los demás. También promovemos reportar las notas que no sigan las normas de conducta establecidas. Donde está el comentario, clic en Flag si siente que se le irrespetó y nuestro equipo hará todo lo necesario para corregirlo.