¡Por favor, escúchame!
LA JORNADA

¡Por favor, escúchame!

Por María Guerrero Escusa
Diario de Cesar
10 de junio: Hoy estreno el diario que me regalaron para mi Comunión. Tengo 10 años, vivo en una casa bonita con mi hermano Álvaro y mis papás. Estoy en 5º de Primaria, voy bien en el cole y tengo muchos amigos con los que me lo paso muy bien en el recreo.

15 de junio: Querido diario, quedan tres días para las vacaciones ¡¡¡yupi!!! Como lo he aprobado todo me van a regalar la bici que me gusta, es chulísima.

4 de julio: Algo pasa, seguro que algo pasa pero no me lo quieren decir. Mi hermano y yo nos vamos con mi madre a casa de los abuelos este fin de semana, mi padre no viene. He preguntado a mamá porque no viene papá y me ha dicho que tiene que trabajar. No me lo creo. La semana pasada cuando estábamos comiendo otra vez se pelearon. Están siempre enfadados, decidiéndose cosas feas cuando ellos creen que estoy durmiendo. Mi hermano es pequeño y no se entera, pero a veces se despierta y llora cuando los escucha, yo lo abrazo. Estoy triste, si ellos supieran el daño que nos hacen seguro que no lo harían.

7 de julio: Papá y mamá estaban hoy más serios que de costumbre. Han hablado conmigo y me han dicho que iban a vivir en casas diferentes. Les he dicho que no quiero que se separen, pero no lo entienden. Me he ido a mi habitación, ya no quiero hablar más con ellos.

8 de julio: Querido diario, he llorado toda la noche. No logro entender porque mis padres ya no quieren vivir juntos. Sé que algunas veces soy desobediente, y pienso que todo lo que está pasando es por mi culpa. A lo mejor si me porto bien se soluciona y podemos volver a estar como antes.

10 de julio: Mi padre me ha traído hoy la bici, ya no me hace tanta ilusión. Antes de irse me ha abrazado. ¡Por favor papá, escúchame!, te prometo que sacaré buenas notas y seré obediente. Se ha ido, no le importa lo que le diga.

15 de agosto: Querido diario, te he echado de menos. Los abuelos se han esforzado porque estemos bien. Echo de menos a papá. A veces pienso que sería mejor estar muerto para no tener que pasar por esto.

18 de agosto: Mi madre me ha dicho que nos vamos a quedar a vivir dónde los abuelos por un tiempo, mientras solucionen no sé qué de una casa nueva. Yo no quiero vivir en otra casa, quiero que estemos juntos en nuestra casa. Se lo he dicho, pero le da igual lo que diga. También me ha dicho que tendremos que ir a otro colegio, y no quiero ir a otro colegio.

1 de septiembre: Enseguida empieza el cole nuevo, no quiero ir. No van a estar mis amigos, ¡menudo rollo! Por más que se lo digo a mi madre nada de nada. Le da igual lo que le diga, no sabe lo que me pasa. Una vez le dije que tenía miedo, pero ella me dijo que tenía que ser un valiente y no un miedica como mi hermano. Seré un miedica, pero estaba asustado y ahora también tengo miedo de cómo serán los niños que encontraré en el nuevo cole.

4 de septiembre: Hoy es el primer día que estoy en la casa de mi padre. Es chula pero más pequeña que la nuestra. Me ha dicho que podemos pintar mi habitación del color que yo quiera.

8 de septiembre: Cómo está de enfadada mamá. Sé que ella está enfadada con él por sus cosas, pero a mí me hace daño cuando lo critica delante de mí porque lo quiero mucho. Los dos son mis padres, les quiero a los dos y necesito que no me hablen mal el uno del otro.

14 de septiembre: Querido diario, hoy ha sido mi primer día de clase. Esta noche no he podido dormir casi nada. Cuando he llegado, un profesor me ha acompañado a clase y me ha presentado a los compañeros. Ha sido mejor de lo que esperaba. Después en el recreo estaba solo; pero Paco y Javier, de mi clase, se han acercado a mí y me han dicho que me vaya a jugar con ellos. Me lo he pasado bien. Mi madre ha ido a recogerme y me ha recibido con un abrazo.

Ahora aquí, contigo, mi querido diario, me siento triste porque echo de menos a mi padre y a mis amigos del otro cole y, a lo peor, ya no los voy a ver más. Le he dicho a mamá si podía llamar a papá para contarle como me ha ido el cole y me ha dicho que sí. Parece que ya no estaba tan enfadada con él. A lo mejor se vuelven a juntar. Y si no quieren volver juntos, ojalá aprendan a estar juntos para nosotros, y se respeten el uno al otro para cuidarnos mejor a nosotros. Mi hermano y yo los queremos y los necesitamos a los dos.

Mi querido diario, gracias, porque te lo puedo contar todo y estás cuando te necesito.

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