Lo que era una gira religiosa casi termina mal. Al final finalizó en bendición, pues el líder católico terminó con dolores pero vivito.
El pasado fin de semana no fue tan bueno para el Monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega, debido a que sufrió un fuerte accidente de tránsito, resultando con varios golpes.
El religioso regresaba de la mencionada ciudad en horas de la tarde del domingo, y venía no de otros asuntos sino que religiosos, provenía del Santuario de Nuestro Señor de Esquipulas, situado en Mancotal, cuando un gran camión choca el carro en que viajaba el líder religioso.
El accidente fue después de las 2 de la tarde del domingo, pero el Obispo está bien.
“Gracias a Dios esto bien” afirmó a los medios de prensa nacionales. “Solo el vehículo resultó con daños” asentó, de igual manera el camión que “se me atravesó en una curva” terminó en buenas condiciones.
Los medios locales de Jinotega dijeron que el Monseñor Herrera iba a una residencia episcopal.
Tras el accidente el jerarca católico fue visto por un médico, a quien le dijo que tenía “dolorcitos que le quedan a uno del impacto”.
Iba rumbo a Mancotal para liderar las solemnidades religiosas honorando a Nuestro Señor de Esquipulas, que se realiza en otros municipios nicaragüenses.
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