LA JORNADA

Merkel buscará restablecer la confianza con EEUU en reunión con Trump

Berlín – La canciller alemana, Angela Merkel, intentará este martes en Washington en su primera reunión con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restablecer la confianza entre dos países cuyas relaciones se han visto últimamente lastradas por una retórica agresiva y dos visiones diferentes de entender el mundo.

La colaboración transatlántica, la política de seguridad, el aumento del gasto en defensa en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los acuerdos de libre comercio o una posible posición conjunta ante el presidente ruso Vladimir Putin son algunos de los temas que ocuparán a ambos dirigentes en la Casa Blanca.

“Lo más importante es que Merkel consiga dejar claro que las diferencias de opinión se pueden abordar sobre la base de una colaboración y no desde una posición de confrontación”, declaró a dpa el coordinador de política transatlántica del Gobierno alemán, Jürgen Hardt.

Atrás toca dejar, por lo tanto, asuntos que en el pasado levantaron ampollas y resquebrajaron la especial amistad construida entre Berlín y Washington durante la Administración de Barack Obama.

Trump calificó como un “error catastrófico” la decisión de Merkel de acoger a cientos de miles de refugiados en Europa vinculándola con riesgos terroristas. Además, su equipo insinuó que Alemania había manipulado el euro para obtener ventajas competitivas frente a sus socios comerciales, lo que explicaría sus sucesivos superávits.

Las acusaciones del republicano, así como sus postulados proteccionistas y su intención de levantar un muro en la frontera con Estados Unidos, no gustaron en Alemania y a la mandataria no le tembló la voz a la hora de recordarle a Trump, justo después de que ganara las elecciones, que contaría con una “estrecha cooperación” pero sobre la base de valores comunes como la democracia o el respeto por la ley y por la dignidad de las personas, con independencia de su origen, color de piel o religión.

Por eso, la reunión de este martes, aunque no deje grandes titulares, no será en ningún caso banal, dado que servirá para marcar el tono de las relaciones futuras entre dos líderes presumiblemente antagónicos. Mientras que Merkel aboga por el multilateralismo para la solución de desafíos globales, Trump sigue enrocado en su eslogan de campaña “America First” (América primero).

En vísperas del encuentro, desde la Casa Blanca avanzaron que esperan que a lo largo de la reunión se lleven a cabo “debates sólidos” sobre temas clave como las relaciones comerciales o un mayor gasto en defensa dentro de la OTAN, sobre todo con la vista puesta en la próxima cumbre de la alianza en Bruselas y la celebración en julio del G20 en Hamburgo.

No en vano, en su primera conversación telefónica, ambos líderes destacaron la “importancia fundamental” de la alianza para las relaciones transatlánticas y la preservación de la paz y la estabilidad.

En Washington insisten en que todos los miembros deben cumplir con sus obligaciones financieras con la organización mientras que evitan repetir el calificativo “obsoleta” con el que Trump llegó a definir a la OTAN en el pasado.

Las diferencias en este campo parecen haberse limado en mayor medida que en el apartado comercial, donde Trump mantiene una postura proteccionista que genera gran incertidumbre entre sus socios comerciales.

El presidente estadounidense amenaza con aplicar duros aranceles a las importaciones como medida de presión para que las empresas se instalen en Estados Unidos y no en otros países como en el vecino México.

Esta medida afectaría de forma importante a la industria automotriz alemana. Por eso, no llama la atención que Angela Merkel acuda a la Casa Blanca acompañada por el presidente de Siemens, Joe Kaeser, y de BMW, Harald Krüger, dos empresas que cuentan con fábricas en Estados Unidos y que quieren aclarar al nuevo presidente de Estados Unidos cuántos puestos de trabajo se han logrado en el país con estas inversiones directas alemanas, informó “Der Spiegel”.

Junto con ellos, Merkel expondrá cuáles son las líneas rojas de Alemania en materia comercial. La dirigente avanzó en Bruselas que ante Trump presentará a Alemania como parte indivisible de la Unión Europea (UE), dejando claro que no contempla la firma de tratados comerciales bilaterales con Washington, un modelo por el que sí aboga su contraparte.

“Por supuesto, indicaré que para nosotros el Estado nacional y la pertenencia a la UE son dos caras de la misma moneda”, dijo.

Merkel y Trump conforman no solo dos formas de entender la política, sino dos personalidades con dos caracteres totalmente distintos.

Ella, prudente y reservada. Él, impulsivo y alborotador. Sin embargo, están condenados a entenderse, por lo menos hasta el mes de septiembre, momento en el que la mandataria, que ha sido definida por la prensa estadounidense como el “baluarte de los valores de Occidente”, opta a revalidar una cuarta legislatura consecutiva en las elecciones generales alemanas.

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