El presidente Donald Trump salió ayer martes de Filipinas de regreso a casa luego de una extensa gira por Asia que calificó de “tremendamente exitosa”, en la que puso al mundo en aviso de “que las reglas han cambiado” si quieren comerciar con Estados Unidos.
Mientras el Air Force One se preparaba para el despegue, Trump dijo a los reporteros que lo acompañan que “fueron unos 12 días realmente grandiosos” y prometió que de ahora en adelante, los socios comerciales de EE.UU. “nos van a tratar de manera muy diferente que antes”.
“Hubo alfombra roja como nunca, yo creo que probablemente como nunca se ha visto”, dijo el mandatario.
“Creo que los frutos de nuestro trabajo van a ser increíbles, sea en seguridad de nuestras naciones, sea en la seguridad del mundo o sea en el comercio”, dijo Trump.
“Estados Unidos debe ser tratado justamente y en una manera recíproca”, tuiteó el martes. “Los masivos déficits comerciales deben bajar rápidamente!”.
Trump insistió en ese tema durante toda su agotadora gira por Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y las Filipinas, mientras culpó a sus predecesores del desbalance comercial y declaró que durante su mandato ya no dejará que nadie se aproveche de Estados Unidos.
“Hemos tenido un viaje tremendamente exitoso”, reiteró. “Tremenda cantidad de trabajo se ha hecho en el tema del comercio”.
El presidente afirmó que se firmaron acuerdos por $300.000 millones de dólares y predijo que esa suma se triplicará en un corto período de tiempo.
Trump también habló con simpatía sobre “los muchos buenos amigos” que hizo en el viaje, incluyendo al presidente filipino, Rodrigo Duterte.
No obstante y a último minuto, el presidente decidió no asistir a la Cumbre del Este de Asia como estaba programado, y en su lugar delegó la representación estadounidense en el secretario de Estado, Rex Tillerson.
Trump adelantó que haría un “gran anuncio” relacionado con el comercio y su viaje esta semana en la Casa Blanca, donde se espera que defienda el plan de reforma fiscal de los congresistas republicanos.