Rio de Janeiro (Xinhua) — Más de 3.000 militares y policías realizaron anoche una gran operación en las carreteras de entrada al estado de Río de Janeiro, con apoyo de aeronaves y vehículos blindados, para impedir la llegada de armas y drogas a la región después de que el gobierno federal determinara el viernes la intervención militar en el estado para poner fin a la ola de violencia.
La Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro, desde el viernes en manos del general Walter Braga Neto, aseguró que en el operativo participan las Fuerzas Armadas, la Policía Civil, la Policía Militar, la Fuerza Nacional de Seguridad y la Policía de Carreteras Federal, y se realiza tanto en la región metropolitana de Río de Janeiro como en las fronteras del estado con Sao Paulo, Minas Gerais y Espirito Santo, con bloqueos de carretera y puntos de vigilancia en varias vías.
Según la nota, “algunas vías y accesos en las áreas de operaciones pueden ser prohibidos y los sectores del espacio aéreo podrán ser controlados oportunamente con restricciones dinámicas para aeronaves civiles”.
Se trata de la primera operación en Río de Janeiro desde la intervención federal decretada el viernes, que este lunes por la noche se aprobó en la Cámara de Diputados.
La intervención supone que la Secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro quede a manos del general Braga Neto, designado por el presidente brasileño, Michel Temer, para intentar solucionar la ola de violencia que azota Río de Janeiro, el estado más turístico de Brasil y en el que se registraron casi 7.000 asesinatos en 2017.