LA JORNADA

Principales diferencias entre el preconcurso y el concurso de acreedores

Descubre qué procedimiento legal es más adecuado en función del estado económico de las empresas

Cuando un negocio se encuentra en situación de crisis económica, la mayoría de las personas piensa rápidamente en la figura del concurso de acreedores. Un procedimiento judicial, al que se pueden acoger todas aquellas empresas que declaran el estado de quiebra y la suspensión de pagos. Sin embargo, el concurso de acreedores no es la única posibilidad que existe para los negocios insolventes.

En la Ley Concursal 22/2003 de 9 de julio, también se recoge un paso previo que recibe el nombre de preconcurso de acreedores. Un procedimiento legal que permite ganar tiempo a las empresas, puesto que disponen de un período de tres meses para negociar las deudas directamente con los acreedores. Una figura poco popular y algo desconocida, pero que cada vez es más utilizada por diferentes tipos de negocios.

Según la información publicada por el INE (Instituto Nacional de Estadística), en el año 2018 se declararon en concurso de acreedores un total de 5.635 empresas españolas. Negocios en situación de quiebra que probablemente, desconocían la figura del preconcurso de acreedores. Por ello, lo más recomendable es no demorarse en el tiempo y solicitar este procedimiento legal lo antes posible.

¿En qué consiste el preconcurso de acreedores?

Se puede decir, que la figura del preconcurso de acreedores es una vía legal a la que pueden acogerse las empresas que entran en situación de crisis económica. Un paso previo al conocido concurso de acreedores, que otorga cierto tiempo extra para poder llegar a acuerdos con acreedores y entidades bancarias. De este modo, los negocios pueden recuperar la liquidez sin ser intervenidos por un administrador concursal.

Cuando una empresa solicita el preconcurso de acreedores, el juzgado de lo Mercantil le proporciona un período de tres meses -más otro mes extra- para negociar todas sus deudas. En este caso, el propietario del negocio es el encargado de llegar a acuerdos con los acreedores para recuperar la liquidez. Por tanto, la empresa no es intervenida judicialmente en ningún momento.

Gracias al preconcurso de acreedores, el negocio puede mantener sus órganos de gobierno, los cuales pueden optar por diferentes vías de negociación para superar la situación de quiebra económica. Además, la imagen y la reputación de la empresa no quedan dañadas tras el preconcurso, ya que el propietario puede solicitar formalmente que la comunicación tenga carácter reservado.

¿Cuándo hay que presentar el concurso de acreedores?

Si ya es demasiado tarde para solicitar el preconcurso, las empresas están obligadas a optar por la figura del concurso de acreedores. Un procedimiento judicial que abarca situaciones de insolvencia en los negocios, en las que los propietarios son incapaces de hacer frente a los pagos adeudados. Según la Ley Concursal 22/2003, las empresas deben solicitar esta vía cuando estimen una situación de insolvencia inminente.

Es decir, cuando los propietarios de los negocios sepan que no van a poder atender los pagos en un futuro próximo a seis meses de vida. Por tanto, las empresas deben evitar situaciones de quiebra total que generen una enorme desconfianza con los clientes, en las cuales resulta imposible obtener una línea de crédito que permita salir adelante.

Para superar este tipo de situaciones de insolvencia económica, lo más aconsejable es ponerse en contacto con un experto en gestión de crisis empresariales como Igor Ocha. Un especialista en reestructuración de empresas de la consultora Dipcom Corporate, que ha conseguido reflotar con éxito a una gran cantidad de negocios a través de las figuras del preconcurso y del concurso de acreedores.

¿Cuánto tiempo dura el concurso de acreedores?

La duración de un concurso de acreedores es muy variada, ya que depende del tipo de concurso que presenta la empresa deudora. Por un lado, los negocios pueden solicitar un concurso de acreedores voluntario, el cual en la mayoría de las ocasiones busca el cierre definitivo para saldar todas las deudas contraídas. En este caso, la duración del concurso suele oscilar entre uno o varios meses.

Por otro lado, las empresas pueden solicitar un concurso voluntario para alcanzar un convenio con los acreedores. En este tipo de concurso, el propietario busca la continuidad del negocio, por lo que tiene que exponer una serie de bienes como objeto de liquidación. Por tanto, la duración de este concurso de acreedores puede dilatarse en el tiempo, llegando en algunos casos a superar los cinco años.

Artículos Relacionados

También redes sociales como Linkedin apuestan por el juego para atraer usuarios

Redaccion Central

Nickelodeon estaba “infiltrado de depredadores sexuales”

Redaccion Central

Starlink ya está disponible en otro país sudamericano

Redaccion Central

EE.UU. no planea cambiar su política migratoria a Haití pese a la presión de activistas

Redaccion Central

Los niveles de E. coli en el río Támesis superan hasta 10 veces lo permitido

Redaccion Central

Denuncian el ‘robo’ de los genitales de 7 hombres con un acto de brujería

Redaccion Central