La Jornada
<< VOLVER  
ACTUALIZADO: 16 DE FEBRERO DE 2006
Hombre celoso convertido en múltiple asesino
Los resultados fueron vistos por los televidentes nicaragüenses cuando la policía no podía controlar a una fiera herida en sus sentimientos
Redacción Central

Escenas de violencia que terminaron  en el asesinato de un policía fueron vistas el día de ayer transmitidas por un canal de televisión de Nicaragua en Centroamérica. Un campesino audaz de nombre Carlos Antonio Dávila Chavarria demostró sus habilidades en el uso de un puñal que le sirvió para matar.

Fue rodeado, según vimos que  seis policías  lo persuadían para que se entregara pacíficamente. No lo hizo y respondió agresivamente con el puñal matando a uno, el Teniente Pablo Bonilla Urbina y logró herir con el arma  a otros dos más. Las escenas televisivas transmitidas fueron bastantes violentas  y demostraban lo que es capaz de hacer un hombre cegado por los celos ante una mujer que le decía que ya tenía otro y que la dejara en paz. La policía pudo inmovilizar al asesino del policía luego de haberle hecho varios disparos en el estómago  El agresor murió posteriormente en  la sala de emergencias del hospital local en la Cuidad de Juigalpa en Chontales.

El hecho sucedió frente a la delegación policial de la Cuidad de Juigalpa. La ex-mujer de Carlos Antonio Dávila Chavarria puso la denuncia ante las autoridades por amenazas de de muerte de su ex–cónyuge. El resultado fue la reacción enfermiza de un hombre que no aceptaba que su mujer lo había dejado, ya no lo quería y que estaba con otro. Ella misma se lo había confirmado ante los periodistas de la nota roja.  El resultado fue la reacción de un ser afectado en sus entrañas más profundas por el celo enfermizo. Su actitud  fue la del agresivo virulento e irracional que al verse rechazado por la mujer que amaba decidió enfrentarse  contra cualquiera  y matar  sin someterse.

Los resultados fueron vistos por los televidentes nicaragüenses cuando la policía no podía controlar a una fiera herida en sus sentimientos por el rechazo de la mujer que lo acusa ante la comisaría de la mujer para que la dejar tranquila pero aquel no acepta y es un sensible agresor de grandes magnitudes. Tal vez lo que logra evitar un poco su actuación asesina y violenta cuando el periodista le dice su nombre en diminutivo “carlitos”. Estuviéramos  tal vez lamentando la muerte de un miembro de nuestro gremio periodístico. Sin embargo, las escenas violentas de una película de la vida real están en los hechos no sabemos si multiplicando ese virus de las notas rojas y no sabremos medir sus consecuencias en la mente reproductiva del ser humano de Nicaragua.

IMPRIMIR
© 2006 La Jornada Nica. La Jornada es una marca registrada. Copyright. All Rights Reserved.