La norma más importante de los últimos tiempos, para la  población norteamericana fue firmada por el presidente de EE.UU. George W.  Bush, quien aprobó la iniciativa sin brindar ceremonia o discurso alguno.
            Esta nueva ley permitirá a los más de 400.000 propietarios  que no pueden afrontar los pagos, refinanciar sus hipotecas mediante préstamos  más blandos del gobierno en lugar de perder sus domicilios.
               
              Además ofrece un respaldo financiero provisorio a las  compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac y pondrá mano fuerte sobre esas  empresas patrocinadas por el gobierno estadounidense.
            El vocero de la Casa Blanca Tony Fratto, por su parte dijo  que se espera "colocar autoridades nuevas para aumentar la confianza y  estabilidad de los mercados", y agregó que la Administración Federal de  Vivienda comenzará a aplicar de inmediato las políticas nuevas "concebidas  para mantener en sus casas a más familias estadounidenses que lo merecen".
            La iniciativa de ley fue aprobada por La Cámara de  Representantes hace una semana y el Senado la votó el sábado para enviarla al  presidente, que un tiempo atrás amenazó con vetarla.
            La firma del documento se realizó en la Oficina Oval de la  Casa Blanca en presencia de altas autoridades del gobierno de Bush, entre ellos  el secretario del Tesoro Henry Paulson y el secretario de Vivienda Steve  Preston.