No se había visto gran cantidad de soldados hondureños al lado del Rio Coco

Los militares de Honduras se dedican a reclutar jóvenes nicaragüenses que viven al lado del Rio Coco pero que pertenecen a la jurisdicción territorial hondureña. Hace 12 días se realiza esa labor de reclutamiento masivo de adultos en edad de reserva según se supo por informaciones recibidas en un medio de comunicación nacional. Los jóvenes en edades que oscilan entre los 16 y 24 años de edad son llevados a la fuerza por el ejército de Honduras. La información fue recibida desde Waspan, Región Autónoma del Atlántico Norte, RAAN, y, destacada por algunos medios de comunicación nacional.

La situación generó la presencia de miembros del Ejército Nacional de Nicaragua en la zona fronteriza del Rio Coco que vigilan el lugar para evitar que los soldados de Honduras no lesionen la soberanía nicaragüense.

Hay temor de los pobladores de la zona fronteriza porque existe la posibilidad de que los jóvenes de Nicaragua que tienen familias e hijos del lado hondureño del Rio Coco puedan ser reclutados para que hagan servicio militar forzado en Honduras.

No se había visto según los líderes comunitarios una gran cantidad de soldados hondureños al lado del rio Coco que genera alarma en los pobladores. Los comunitarios no saben que hacer ante el reclutamiento forzoso de jóvenes y adolescentes nicaragüenses. Esperan una respuesta presidencial ante esa situación, según expresaron a un diario local.

Proceso complejo

Por su parte el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que alcanzar la normalidad institucional en Honduras es "un proceso complejo" que tomará algún tiempo.

"La superación de la crisis depende sin lugar a dudas de la restauración del orden democrático. Esta es una posición de principios que no puede variar", aseveró Insulza en declaraciones a ANSA, y dijo que "no se desconoce la profundidad de esta crisis".

"Por este motivo es que apoyamos el rol del presidente Oscar Arias, pero es preciso tener calma y prudencia, ya que se trata de un proceso complejo y difícil que ciertamente tomará algún tiempo", advirtió.

La Carta Democrática y la OEA, sostuvo Insulza, saldrán fortalecidas después de esta crisis porque "siempre que hay consenso en nuestras decisiones, la OEA sale fortalecida".

"Deseo enfatizar que las resoluciones de la Asamblea General, que condenaron el golpe no reconocieron al gobierno de facto de Honduras y suspendieron la participación de este país en la Organización, han sido adoptadas por consenso", subrayó.

Insulza destacó que la asamblea general de la OEA del 30 de junio "condenó enérgicamente el golpe de Estado en Honduras" y los 34 Estados reafirmaron "que el presidente Zelaya es el presidente constitucional del país, y exigieron la restauración inmediata, segura e incondicional a sus funciones constitucionales".