Se pierde una canal importante de comunicación entre periodistas, la población y los centros hospitalarios

Los divulgadores que estaban en los hospitales nacionales Roberto Calderón, Alemán-nicaragüense y Lenin Fonseca dejaron de laborar en esos centros hospitalarios ya que fueron despedidos por las autoridades del Ministerio de Salud, según trascendió ayer. Desde ahora no hay quien brinde noticias de lo que sucede en esos centros hospitalarios ya que los especialistas en la información y profesionales de la misma, Edilberto Saavedra, Yáder Figueroa y Adalila Sánchez que eran la comunicación entre la población y también con los periodistas, fueron enviados al desempleo. No se sabe la causa de los despidos.

Los divulgadores que son necesarios para la actividad periodística, en esos centros hospitalarios donde hay mucha noticias de hechos que suceden, manifestaron que solamente les llevaron sus cartas de despido, pero no les señalaban de ninguna manera ningún artículo laboral a pesar de que les agradecían su labor desempeñada.

Extraoficialmente se supo que la decisión de despedir a los periodistas de los hospitales nacionales de Managua se hizo porque habían laborado en los anteriores gobiernos pero la divulgadora del MINSA, Vilma Areas, se mostró sorprendida por los despidos. La Secretaria de la oficina de divulgación del Minsa Central, Xiomara Martínez, quien tenía años de laborar en esa dependencia, también fue despedida. No hay versión oficial sobre los despidos de los periodistas señalados.

La verdad es que el periodismo pierde a la hora de recabar noticias de los centros hospitalarios, ya que los comunicadores que laboraban ahí, servían de vehículo para obtener las noticias sobre diversidad de temas hospitalarios ante los funcionarios, para que trataran de una manera distinta al periodista que busca la información en el lugar de los hechos.

Si el despido se dio por razones de cargo de confianza los colegas podían haberse reubicado en otras instancias pero nunca enviarlos al desempleo. Ya es común ver en la calle del paro a muchos periodistas cuando llega un nuevo gobierno pero en algunas ocasiones por su capacidad profesional, sin partidismo, son mantenidos en el puesto pero alejados de las instancias del poder para evitar malas interpretaciones pero no enviados a la desocupación. Hay que ver lo que cuesta para las universidades y el Estado la formación de un periodista que tiene que darle cobertura a una diversidad de temas además que se evitan cualquier tipo de tergiversación del actuar estatal y privado.