foto J. Arévalo
Miles y miles de feligreses asistieron tanto a la despedida como en la bienvenida


La algarabía, la quema de pólvora y los tambores por las calles de Managua inició a las 7:40 de la mañana, todos sabían que la “bulla” es porque Santo Domingo de Guzmán concluía su visita de diez días en la Capital.
Minguito al visitar Managua, no vino ni se fue sólo, lo acompañó un mar de gente que lo hizo ver más pequeño de lo que ya es. La imagen de Santo Domingo de Guzmán mide 35 centímetros.
Sus acompañantes -en su mayoría pagadores de promesas- no van caminando, sino bailando al sonar de las marimbas, tambores, flautas y trompetas.
El recorrido es casi de 20 kilómetros y el sol un látigo que quema a los feligreses que año con año muestran su fe y devoción al pequeño Santo que los curo de algún mal que los aquejaba.
En esta celebración religiosa no faltó, el licor, no era un elemento que se camufle y el motivo según Octavio Rodríguez, vestido de diablito, es por “el cansancio” que los puede desplomar en el camino, y por ello pueden quedar mal con Minguito.
Rodríguez, aunque su aliento quema, aseguró que tomó poco para no caer doblado como muchos que se pasaron de tragos.
En la Iglesia de Santo Domingo, ubicada en Las Sierritas, hay una cuesta que de no poner bien el pie te caes, pero algunos feligreses jóvenes caminaban de rodillas para pagar por sus promesas recibidas.
Patricia es una de ellas que camina de rodillas y con los ojos vendados con un pañuelo verde. En cada brazo una amiga y un amigo la sostienen para que “aguante” su ofrenda de sacrificio. La feligresa dice que su bendición es un secreto, pero la devoción a Santo Domingo de Guzmán “no”.
Al concluir la procesión de Santo Domingo, un camino largo, la feligresía no parecía cansada se veían más animadas, la celebración siguió en las afueras y lugares por donde pasó, pero Minguito entró a su iglesia puntual a las 5:00 p.m.
Para esta ocasión los integrantes del Comité Tradicionalista de Cargadores de Managua recibieron una medalla en reconocimiento a sus 40 años de cargar a Santo Domingo.
De esta manera las celebraciones de diez días en conmemoración a Minguito culminaron y será hasta el próximo año que la algarabía vuelva a la capital.
