foto Congreso de EE.UU.

WASHINGTON.- La Cámara de Diputados del Congreso de Estados Unidos aprobó el acuerdo entre demócratas y republicanos para elevar el techo del endeudamiento y evitar el default, pero que también prevé recortes por hasta 2,4 billones de dólares en el gasto público en los próximos diez años.

La Cámara aprobó el acuerdo, en vísperas de la fecha tope del 2 de agosto, por 269 votos a favor y 162 en contra, tras lo cual hubo aplausos de los legisladores.

Si no se alcanzaba un acuerdo, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, corría el riesgo de quedar imposibilitado de pedir más dinero prestado después de llegar al tope de 14,3 billones de dólares. El límite se alcanzará mañana a la medianoche de Washington (las 5GMT del miércoles), pero se da por descontado que el paquete será fácilmente aprobado a tiempo por el Senado.

"Este es el compromiso que nuestro país necesitaba en este momento tan difícil", dijo a la cadena CNBC el senador demócrata Bob Casey, de Pennsylvania, quien adelantó el voto positivo de su bancada en la sesión de mañana en la cámara alta.

El paquete prevé recortes de hasta 2,4 billones de dólares en la próxima década, con la esperanza de reducir de alguna manera el galopante déficit norteamericano. También le permite a Obama contar con un aumento del límite de endeudamiento por unos 900.000 millones de dólares de manera inmediata.

Muchos diputados demócratas explicaron que votaron a favor del paquete con disgusto, solamente para evitar a Obama el mal trago de tener que enfrentar el primer default en la historia de Estados Unidos. Los demócratas más progresistas advirtieron que la ley puede significar peligrosos recortes a programas sociales de altísimo impacto, como la cobertura médica para ancianos (Medicare) o los pagos a los veteranos de guerra.

"Esto no es lo correcto para Estados Unidos", dijo el diputado Keith Ellison, de Minnesota, uno de los 95 demócratas que votaron en contra del proyecto.

Hablando con la cadena CNN, Ellison se mostró especialmente preocupado por las eventuales recomendaciones del "super comité" que surgirá de la ley, que estará compuesto por tres senadores y tres diputados de cada partido y deberá decidir dónde aplicar la "segunda tanda" de recortes, por hasta 1,5 billones.

Ellison pidió al presidente Obama "actuar lo antes posible" para contener un eventual avance del comité sobre "las líneas rojas" de la tolerancia demócrata a los recortes, como Medicare y el sistema de jubilaciones.

Otra demócrata de izquierda, Maxine Waters, de California, calificó el paquete como "la peor pieza de política pública" que podría haber aprobado el Congreso.

Por su lado, 66 diputados republicanos, en general ligados al movimiento ultraconservador Tea Party, votaron en contra del proyecto por considerar que no incluye suficientes recortes al gasto público, y porque temen que en un futuro resulte en aumentos de impuestos.

La gran mayoría de los analistas consideró el acuerdo como una victoria del Tea Party, cuya presión logró que, por ejemplo, el presidente Obama dejara de lado su exigencia de ampliar la base de la recaudación impositiva como condición para aprobar cualquier acuerdo para reducir el déficit.

Autoridades nicaragüenses advierten

En Nicaragua, el presidente del Banco Central de Nicaragua, BCN, Antenor Rosales Bolaños, dijo que los bancos deben de adoptar medidas precautorias si se diera una crisis financiera internacional. Así lo hicieron saber a las entidades del sistema bancario de Nicaragua. Se refería a las repercusiones que tendría la deuda de Estados Unidos antes del arreglo del congreso norteamericano el día de hoy.

Rosales había asegurado que los bancos nicaragüenses están sólidos y preparados para sobre llevar la crisis y un posible impacto por impago de EE.UU.