La policía ya tiene como principal sospechoso del asesinato del sacerdote católico Marlon Ernesto Pupiro García. Se trata de Yazker Blandón Torres, según dijo el vocero de la Policía Nacional, comisionado mayor Fernando Borge, a los periodistas.

Blandón tiene 34 años, se le vio manejando el vehículo en el que se movilizaba el sacerdote y saliendo del hotel Casandra, ubicado en el lugar conocido como las 4 esquinas entre la carretera que va de Managua y la ciudad de Jinotepe.

El pasado Martes de esta semana se encontró el cadáver del religioso Pupiro en un basurero localizado a la salida de Managua, la capital de Nicaragua en Centroamérica, que conduce a la carretera vieja a León.

El sospechoso del crimen trabaja de mesero en el Restaurante La Borgoña”. Un centro ubicado en la ciudad de Ticuantepe. No se le ha visto desde el pasado sábado. Un empleado del hotel Cassandra identificó al presunto sospechoso que salía del hotel con la camioneta del religioso.

“Actualmente Yazker Blandón no se ha presentado a su casa ni a la de sus familiares, ni tampoco a su centro de trabajo. En este momento toda la Policía está abocada en su búsqueda; hemos procedido a circularlo a nivel nacional y se están realizando las coordinaciones con Interpol para circularlo con nota roja a nivel internacional”, afirmó el alto jefe policial.

Hay voces de condena por el asesinato del padre Marlon Pupiro García entre las que se encuentra la de las Congregaciones Marianas de la Inmaculada Concepción de María y de Nuestra Señora de la Asunción, del municipio de Masaya. Expresan en un comunicado su repudio al crimen y “pedimos a la Policía Nacional de Nicaragua que esclarezca lo más pronto posible el hecho, para que los culpables sean juzgados según las leyes de la nación”.

La Cámara de Comercio Americana, Amcham, afirmó que la muerte del sacerdote católico es una muestra del crecimiento de la violencia en Nicaragua, señala.

Ayer se realizó un entierro masivo de los restos del sacerdote católico en la ciudad de Ticuantepe. Es la primera vez que un religioso es asesinado en Nicaragua. Una población en 70 por ciento católica y con grandes tradiciones.

Durante las exequias de Marlon de Jesús García, el arzobispo de Managua, monseñor Leopoldo Brenes, demandó "una exhaustiva investigación del caso" y pidió "evitar toda especulación" sobre lo que pudo haber ocurrido hasta que no se tenga información comprobable que aclare el crimen.

Brenes aseguró que la muerte del cura "se une a tantas otras muertes de jóvenes y ancianos que caen en las calles y caminos de nuestra ciudad" y pidió que "este estado de violencia no siga creciendo en nuestro país". El vocero de la Policía, comisionado Fernando Borge, aseguró que esa institución hará "todo el trabajo investigativo necesario para aclarar el hecho".