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actualizado 1 de diciembre 2011
La Acedera (Rumex acetosa)
La acedera es una planta refrigerante y neutralizante
Por Prof. Christian Cazabonne
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foto cortesía
La acedera, conocida también como acedilla, vinagrera..., es una planta herbácea de sabor agrio (debido a la función química ácida), vivaz, pertenece a la familia de las Polygonáceas. Sus hojas son oblongas, pecioladas, aflecadas en la base donde miden de 7 a 15 cm de largo, las hojas a lo largo del tallo son más pequeñas y sesiles. Su tallo es fistuloso, estriado y casi siempre rojizo, y puede medir hasta 1 metro de altura. Sus flores se presentan en panojas terminales y laterales, dioicas (las flores masculinas y femeninas aparecen en plantas diferentes), son de color rojizo. Sus semillas son muy pequeñas, triangulares, oscuras y relucientes. La acedera tiene un alto contenido de vitamina C, ácido oxálico y tanino. Ella crece en estado silvestre en bosques, prados, lugares herbosos y en las orillas de los ríos de las zonas templadas. Es comestible y se consume sobre todo en sopas, salsas o en ensaladas. Su gusto acidulado se debe a que contiene ácido ascórbico. Se debe consumir con moderación debido al ácido oxálico que contiene. En francés esta planta se llama oseille commune, aigrette, oseille, oseille des prés, patience, patience acide, surelle, surette...

Como planta medicinal es apreciada por sus virtudes aperitivas y diuréticas. También purifica la sangre y es estimulante del aparato urinario, del hígado y de las funciones intestinales. Para curar el acné y granos de la piel en general, se echa la raíz en un tarro con vinagre y, cuando han pasado unos días, se pincela la piel con ella. También con su jugo se recubren llagas y heridas gangrenosas. Con la pulpa se prepara una cataplasma como madurativo. Masticando las hojas frescas se cura el escorbuto y el jugo cura los dolores de oído, refresca y limpia los ojos. En vino cura la ictericia, varias enfermedades del hígado y regulariza las reglas. Durante las epidemias de difteria, se da a masticar a los niños para evitar el contagio.

La acedera es una planta refrigerante y neutralizante. Sus hojas son antisépticas y laxativas. La raíz se usa en infusión para combatir la tos y curar las impurezas de la sangre. El polvo de 5 gramos de semillas, preparado en vino, combate la disentería. Es utilizado también en las enfermedades renales y hepáticas. El cocimiento de la raíz, que debe secarse al Sol y ser reducida a polvo en el mortero, es excelente para las personas de presión arterial baja y es un magnífico reconstituyente. También se emplea en el tratamiento de problemas intestinales.

En las convalecencias de todas las enfermedades agudas, muy especialmente de las gástricas, los caldos preparados con acederas, lechugas y espinacas son muy útiles por su acción tonificante y purificadora del intestino. Masticar y deglutir acederas crudas (lo mismo que espinacas, lechugas, verdolagas, dientes de león, perejil y demás plantas de huerta), es buen remedio contra las afecciones escorbúticas.

Al exterior, las cataplasmas de acedera y cebolla cruda, bien picadas, o mejor reducidas a pasta en el mortero, son útiles para purificar los tumores, abscesos y flemones de todo género. Para purificar la sangre es excelente la siguiente tisana : raíz de acedera, de fresal, de diente de león, de achicoria silvestre ; 10 gramos de cada una que se harán hervir en un litro y medio de agua, a esto se añaden hojas de borraja y de agrimonia, medio puñado de cada una, y hervidos se pasa por un paño exprimiendo bien. Se recomienda especialmente el uso de esta tisana a las personas caquécticas y estreñidas y a los temperamentos secos, biliosos y ardientes, como también a los nerviosos.

La raíz cortada en pedacitos y puestos en un fuerte vinagre blanco durante 48 horas, es un excelente remedio contra las erupciones cutáneas (se emplea en lociones). El jugo de la acedera recientemente extraído, se emplea con éxido, aplicándolo sobre las úlceras putridas y gangrenosas, recubriéndolas luego con algodón hidrófilo, que se sujeta mediante un vendaje.

El cocimiento teiforme de las hojas de la acedera, lo mismo que él de la achicoria y la lechuga, se aplica como refrigerante en todas las irritaciones. También se usa en cataplasmas y lavativas con el mismo fin. La raíz en cocimiento fuerte se aconseja para excitar o regularizar la menstruación. El de las hojas de la acedera silvestre se toma en los casos de pulmonía.

e-mail : prof.cazabonne@hotmail.fr

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