Los periodistas de Honduras fueron afectados por soldados que les lanzaron gases lacrimógenos ayer martes para desalojarlos del local de la presidencia donde se manifestaban. Los comunicadores están preocupados por la inseguridad que afecta al gremio, que ha dejado la muerte de 24 colegas en tres años, cuyos asesinatos no fueron resueltos todavía.

"Protestamos por la muerte de nuestros compañeros... y nos arrojaron bombas lacrimógenas", aseguró Pety Sierra, quien organizó la protesta.

Los gases fueron tirados a los periodistas que lograron empujar en casi 100 metros una barrera metálica con ruedas que había sido colocada y era resguardada por la Guardia de Honor Presidencial y trató de impedir que los periodistas llegaran a las oficinas del presidente Porfirio Lobo.

Una organización defensora de la libertad de prensa denunció que dos de sus integrantes, Tirzia Galeas y César Villeda, fueron agredidos por uniformados.

Los periodistas participaron en el acto de protesta con las bocas tapadas con cinta adhesiva y vestidos de negro. Durante un momento se sentaron en la calle, mientras gritaban "justicia, justicia".

Los periodistas cargaban un ataúd por la cantidad de asesinatos de periodistas, entre los que se sabe el sucedido el 6 de diciembre de este año cuando pistoleros mataron a tiros a Luz Marina Paz. La protesta era apoyada por simpatizantes del ex presidente Manuel Zelaya.

"Nos quieren calladas y dormidas, pero denunciamos los atropellos contra la prensa", dijo Claudia Mendoza, dirigente del colectivo Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión, que organizó el evento.

El Comité por la Libre Expresión, coalición de periodistas que promueve el derecho a la información en Honduras, denunció en un comunicado que "más de 50 periodistas, la mayoría mujeres, fueron reprimidas por la Guardia de Honor Presidencial que resguarda la Casa de Gobierno". El vocero de la presidencia, Miguel Ángel Bonilla, justificó el actuar de los soldados porque están obligados a cuidar al presidente, pero dijo que no ordenó ningún tipo de represión.