Hoy en todo el país se realizan las actividades en honor de la Inmaculada Concepción de María por medio de las Purísimas. Una tradición popular de los católicos nicaragüenses que visitan los hogares donde se pone una imagen de la virgen que es alabada con cánticos religiosos. Los que llegan a los hogares donde está el altar de la virgen y cantan los himnos religiosos, reciben regalos y golosinas propias de la tradición nicaragüense.

La celebración es masiva y forma parte del turismo religioso que hace que feligreses de otros países vengan a celebrar a la Virgen cada 7 de diciembre. Estas actividades se realizan desde el año 1857. Fue impulsada por los religiosos de la Orden de los Capuchinos. Nicaragua había pasado la experiencia de una Guerra Nacional, como resultado de la llegada de los esclavistas del sur de Estados Unidos, encabezados por William Walker, quien se hizo presidente del país y decretó la esclavitud pero fue expulsado en una cruenta guerra que unificó a todos los centroamericanos. Esas circunstancias fue aprovechada por los capuchinos para llevar un mensaje de tranquilidad a los nicaragüenses.

La celebración a la Virgen María en Nicaragua es única y masiva como la que se realiza en México el 12 de Diciembre a la Virgen de Guadalupe donde se dan peregrinaciones. Nada más que las actividades se hacen en cada hogar que se convierte en un templo temporal para la actividad religiosa.

A partir de las seis de la tarde de hoy el arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes Solórzano, lanzará el grito de ¿Quién causa tanta alegría? y será respondido por otro que dice así : “ La Concepción de María” .

La celebración a la Virgen es impulsada masivamente por el gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra en altares que se levantan en la avenida Bolivar de Managua, la capital de Nicaragua. Se espera la llegada de grandes núcleos de habitantes de los barrios de la capital que se concentran para participar en esas celebraciones. Los críticos de la iniciativa gubernamental han señalado que el Estado de Nicaragua es laico y no se debe de mezclar en asuntos religiosos. Ningún personero del gobierno ha respondido a los señalamientos que en su ocasión hizo el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, CENIDH, organismo de la sociedad civil de fuerte oposición.