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Opositora denunció "lentitud" del proceso de reconstrucciónluego de un año del fenómeno

SANTIAGO DE CHILE.- En medio de cientos de réplicas, de hasta 6,9 grados Richter, y de dispares evaluaciones sobre la reconstrucción, millones de chilenos se aprestan a recordar un año del terremoto y maremoto del 27 de febrero que provocó 524 muertes, 31 desaparecidos y daños materiales por 30.000 millones de dólares, un 18% del Producto Interno Bruto.

El presidente Sebastián Piñera efectuó un positivo balance de la reconstrucción afirmando que "a un año de la tragedia ya se recuperó total o parcialmente el 99% de la infraestructura pública, se asignaron el 60% de los subsidios de vivienda y se ha apoyado la reconstrucción o reparación del 70% de los establecimientos educacionales que resultaron con daños".

Claudio Orrego, vicepresidente de la Democracia Cristiana, (oposición) es crítico de la labor de reconstrucción y cree que "hay grandes anuncios rimbombantes, pero bastante poca concreción en terreno y mucha soberbia".

"La conectividad telefónica y eléctrica del país está funcionando, pero la actividad económica y la vida cotidiana de las personas dista mucho de estar normalizada", aseveró.

Puso como ejemplo que un proyecto para llevar agua potable en forma permanente a las aldeas de emergencia fue rechazado y aún estos damnificados reciben agua en forma colectiva.

Piñera dijo que pese al terremoto, se crearon 428.000 puestos de trabajo y la economía chilena creció 5%, aunque la región del Biobío cayó en 11,3%.

Sin embargo al visitar el balneario de Constitución, admitió los retrasos y que "la reconstrucción ha tomado más tiempo del que hubiéramos querido todos, pero era estrictamente necesario porque estamos construyendo en forma más segura".

Claudio Arriagada, presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, elogió la reposición de un 95% de caminos, pero advirtió deficiencias en salud, educación y vivienda.

Arriagada denunció que persisten graves problemas sanitarios y falta de agua en 104 campamentos de 23 comunas -entre éstas Talcahuano, Dichato y Lebu- donde viven más de 4.000 familias damnificadas.

Mencionó casos como el de Quirihue donde las clases aún se realizan en sedes sociales y estimó que 50.000 alumnos sólo tienen jornadas parciales.

Según el ministro del interior Rodrigo Hinzpeter, "el 60% del daño físico" provocado por el terremoto está reparado y el 100% lo estará el 2012, cuando se cumplan dos años del mega sismo.

La presidenta del Partido por la Democracia cree, empero, que "el gobierno pone toda su energía en hacer despliegues mediáticos y muy poca en abordar los problemas, en escuchar las críticas y en acoger los puntos de vista distintos".

La dirigente opositora denunció "lentitud" del proceso de reconstrucción.

El gobierno prepara vigilias en terreno para recordar a las víctimas y los dirigentes opositores recorrerán los lugares más dañados para denunciar deficiencias en la reconstrucción y proponer soluciones alternativas.

Los habitantes más descontentos programaron marchas de protesta en ciudades como Concepción, en cuyo centro persisten edificios semi derrumbados que no se han demolido por desacuerdos sobre quién debe asumir los costos.

El centenar de sismos de la última semana frustró la balbuceante recuperación económica de balnearios costeros afectados por el terremoto porque miles de turistas y veraneantes escaparon del lugar.

Los expertos creen que no se repetirá pronto el terremoto 8,8 grados Richter del 27 de febrero 2010, porque es insuficiente la acumulación de energía por el choque de las placas Nazca y Sudamericana, que avanzan siete centímetros cada año.