Protesta en las calles. (foto ansa)
Suspendió todo sistema de comunicación
TRIPOLI.- El líder libio, Muammar Gadafi, en tono desafiante en su primer discurso por televisión desde el inicio de las protestas contra el régimen, advirtió ayer que "no hemos recurrido aún a la fuerza, pero lo haremos" contra las "ratas pagadas por los servicios del exterior".
Gadafi acusó a Estados Unidos e Italia de distribuir misiles en Bengasi y a las cadenas satelitales árabes de "enlodar la imagen de Libia" y aseguró que los manifestantes pretenden un emirato conducido por Osama Bin Laden.
Se trató del primer discurso de Gadafi, de más de una hora en la televisión estatal, desde el inicio de las protestas hace una semana y la represión en curso que causó cientos de víctimas.
"Moriré como un mártir", dijo Gadafi, en el poder desde 1969. Y agregó que permanecerá "al frente de la revolución hasta la muerte", al hablar en su casa, en el centro de la capital, que fue bombardeada por aviones estadounidenses en 1986.
"Soy un beduino revolucionario y Libia guiará a África y Sudamérica", afirmó el hombre fuerte del país desde 1969, quien agregó: "Gadafi resistirá: libertad, victoria, revolución".
Habló en pie, con inflexión acalorada de guerrero beduino, y a menudo gesticulando con las manos.
"Todas las naciones africanas nos consideran como Estados Unidos, los que conducen al mundo, y también las superpotencias tienen una buena consideración de nuestro país", subrayó el mandatario.
Los manifestantes que protestan contra el régimen y reclaman su alejamiento del poder son "ratas pagadas por los servicios secretos extranjeros", además de una "vergüenza para sus familias y sus tribus", afirmó.
Según Gadafi, los manifestantes quieren hacer del país un emirato islámico conducido por Osama Bin Laden y dar así "un pretexto a Estados Unidos para intervenir".
"En Túnez y Egipto les dieron a los jóvenes píldoras para drogarlos", según la interpretación de Gadafi de la revolución popular en esos países vecinos.
El líder libio se presentó por televisión con sus habituales anteojos oscuros, turbante color camello y casaca al tono, en medio de las ruinas de su casa, transformada en una especie de monumento nacional. "Salgan de sus casas: niños, mujeres, hombres. Debemos hacer que nuestras calles sean seguras. Echen a los que provocan la revolución", llamó Gadafi.
Gadafi ordenó eliminar el acceso al internet, suspendió el sistema televisivo y trata de impedir la cobertura periodística.