Sé la esposa que él siempre soñó
• Ten lista la cena. Planea con tiempo una deliciosa cena para su llegada. Esta es la forma de dejarle saber que has estado pensando en él y que te preocupan sus necesidades. La mayoría de los hombres están hambrientos cuando llegan a casa. Prepara su plato favorito.
• ¡Luce hermosa! Descansa 5 minutos antes de su llegada para que te encuentre fresca y reluciente. Retoca tu maquillaje, ponte un listón en el cabello y luce lo mejor posible para él. Recuerda que ha tenido un día duro y sólo ha tratado con compañeros de trabajo.
• Sé dulce e interesante. Su aburrido día de trabajo quizá necesite mejorar. Tú debes hacer todo lo posible por hacerlo. Una de tus obligaciones es distraerlo.
• Arregla tu casa. Debe lucir impecable. Haz una última ronda por las principales áreas de la casa, justo antes de que tu marido llegue. Levanta libros de escuela, juguetes, etc. y limpia con un plumero las mesas.
• Hazlo sentir en el paraíso. Durante los meses más fríos del año, debes preparar la chimenea antes de su llegada. Tu marido sentirá que ha llegado a un paraíso de descanso y orden, esto te levantará el ánimo a ti también. Después de todo, cuidar de su comodidad te brindará una enorme satisfacción personal.
• Prepara a los niños. Tómate unos minutos para arreglar a los niños. Cepillales el cabello, lava sus manos y cámbiales la ropa en caso de ser necesario. Son sus pequeños tesoros y él los querrá ver relucientes.
• Minimiza el ruido. A la hora de su llegada apaga lavadora, secadora y aspiradora e intenta que los niños estén callados. Piensa en todo el ruido que él ha tenido que soportar durante su pesado día de oficina.
• Procura verte feliz. Regálale una sonrisa y muestra sinceridad en tu deseo de complacerlo. Tu felicidad es la recompensa por su esfuerzo diario.
• Escúchalo. Puede que tengas una docena de cosas importantes que decirle, pero a su llegada no es el mejor momento para hablarlas. Déjalo hablar antes, recuerda que sus temas son más importantes que los tuyos.
• Ponte en sus zapatos. No te quejes si llega tarde, si va a divertirse sin ti o si no llega en toda la noche. Trata de entender su mundo de compromisos. Trata de entender su mundo de presión y compromisos, y su verdadera necesidad de estar relajado en casa.
• No te quejes. No lo satures con problemas insignificantes. Cualquier problema tuyo es un pequeño detalle comparado con lo que él tuvo que pasar.
Una buena esposa siempre sabe cual es su lugar.
Hazlo sentir a sus anchas. Deja que se acomode en un sillón o se recueste en la habitación. Ten una bebida caliente lista para él. Arregla su almohada y ofrece quitarle sus zapatos. Habla con voz suave y placentera.
Nota: Esta guía de la buena esposa fue publicada en un folleto REAL de 1953.
Observación: Hoy en día la psicología del matrimonio ha cambiado, las responsabilidades del hogar se comparten por igual.
E-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr