Manifestaciones están a la orden del día. (foto)

Minoría optó por permanecer en casa para evitar agresiones.

El líder libio Muamar Gadafi acusó al dirigente de Al Qaeda Osama bin Laden por manipular a los libios que se han levantado contra su mandato y controlan extensas zonas del país productor de petróleo.

"Bin Laden (...) ése es el enemigo que está manipulando a la gente", dijo Gadafi, en una intervención telefónica a la televisión de Libia, quien agregó a los televidentes "No se dejen manipular por Bin Laden".

Refiriéndose a los violentos enfrentamientos que tienen lugar en la ciudad de Zawiyah, a unos 50 kilómetros de la capital Trípoli, Gadafi indicó que lo que ocurría allí era una "farsa".

Después de intensos combates entre partidarios y opositores al gobierno Libio con saldos cruentos de muertos y heridos El líder hizo un llamado a los ciudadanos a la calma.

Milicias opuestas a Gadafi mantienen el control de la localidad libia de Zuara, en el oeste del país, según confirmaron un grupo de trabajadores egipcios que cruzaron la frontera con Túnez.

Los exiliados, que laboraban en compañía de construcción, expresaron que la localidad --unos 120 kilómetros al oeste de Trípoli-- se encuentra bajo el control de "comités populares" que poseen armas automáticas. Explicaron que en Zuara ya no hay signos de policías o militares leales al régimen de Muamar Gadafi.

El gobierno perdió el control de la zona este del país, donde se concentran gran parte de los yacimientos petrolíferos. En ciudades como Benghazi o Tobruk, el Ejército y la Policía leales a Gadafi se fueron y algunos se unieron a las reivindicaciones de los grupos opositores, que incluso se organizaron para dar órdenes y brindar servicios a la población.

El avance de las fuerzas de oposición podría haberse extendido hasta la ciudad de Misrata, 200 kilómetros el este de la capital. Desde Trípoli, la Capital de Libia, se informa que no hay acceso a los medios de comunicación del exterior porque está prohibido.

Algunos residentes han declarado que se vive una situación de relativa calma pero que la población ha optado por permanecer en sus viviendas ante el temor a ser atacados por fuerzas leales a Gadafi, que ha comenzado a perder el apoyo de parte de las Fuerzas Armadas y de políticos y diplomáticos hasta ahora leales al régimen.