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LONDRES/ROMA.- La situación caótica en Libia, donde las fuerzas opositoras al gobierno de Muammar Kadafi reivindican haber tomado control de varios importantes centros de extracción de petróleo, sigue manteniendo alta la tensión en los mercados internacionales donde los precios registraron un fuerte impulso en la apertura para luego estabilizarse a lo largo de la jornada.

El crudo Brent, que sirve de referencia para las plazas europeas, alcanzó esta mañana en Londres los 119,79 dólares el barril para luego estabilizarse en 114 dólares alrededor de las 17.00 GMT, mientras el West Texas Intermediate (WTI), el crudo de referencia en Estados Unidos llegó a los 103 dólares, el precio más alto desde setiembre del 2009.

Según estimaciones de analistas independientes, la situación en Libia -12° país del mundo en términos de exportación de petróleo- ha reducido su producción de unos 400 mil barriles diarios (Bdp) a partir del dato promedio de 1,6 millones de bdp.

Estas estimaciones, sin embargo, no son compartidas por el presidente de Ente Nacional de Hidrocarburos (ENI) italiano, Paolo Scaroni, quien dijo que en realidad la reducción de producción en Libia a causa de la revuelta contra Kadafi es de poco más del 50%.

Aún así, Scaroni aseguró que la empresa está en condiciones de abastecer el mercado doméstico italiano para la producción de electricidad.

Según el presidente de ENI por ahora "es complicado imaginar cuando todo esto se normalizará" pero aún con el riesgo de una extensión de las protestas hacia Argelia, se puede "mirar al futuro con una cierta tranquilidad" ya que "vimos el caso egipcio, con un cambio de liderazgo ocurrido sin traumas y sin que nosotros perdiésemos un solo barril".

Italia importa "mucho petróleo" de Libia, pero el crudo procedente del país norafricano "es fácil de reemplazar con otros abastecedores", agregó Scaroni, antes de concluir que "estamos en una situación de emergencia pero las cosas siguen adelante".

Con la situación aparentemente bajo control en la cuenca del Mediterráneo, la inquietud de los operadores del mercado energético se desplaza ahora hacia el Golfo Përsico, y más específicamente hacia Arabia Saudita, principal productor de petróleo del mundo.

De hecho, la seguidilla de rebeliones populares que han llevado al derrocamiento de los gobiernos de Túnes y Egipto, antes de convulsionar a Libia, no han afectado hasta ahora de manera sustancial, pero la posibilidad de una extensión de las protestas alimenta el nerviosismo del mercado.

El ministro de Petróleo de los Emiratos Arabes Unidos (EAU), Mohamed ben Zaen al-Hameli, confirmó la posición saudita, indicando que "de ser necesario" la OPEP está dispuesta a intervenir y apuntando que por el momento el mercado está bien abastecido, pero "estamos particularmente inquietos por Libia".

Según la fuente oficial saudita citada por el Financial Times, Riad está esperando que las empresas europeas especifiquen sus necesidades en materia de crudo para tomar una decisión al respecto.

Sin una participación activa de Arabia Saudita -que representa el 10% de la producción mundial de crudo, con una capacidad remanente de poco menos de 4 millones de bps- las posibilidades de acción contra una posible escasez son muy reducidas.