El traslado de los presos no persigue medidas disciplinarias
CARACAS.- Las autoridades venezolanas trasladaron a 2.500 presos de la cárcel Rodeo I a otros centros penales, mientras las fuerzas militares intentan retomar el control de la unidad penitenciaria Rodeo II, donde alrededor de medio centenar de reclusos resisten amotinados.
El gobierno venezolano decidió el viernes intervenir los penales Rodeo I y Rodeo II, 50 kilómetros al este de Caracas, tras un enfrentamiento entre los reclusos que causó 22 muertos -según cifras oficiales- el 11 de junio pasado.
Tareck El Aissami, ministro de Interior y Justicia, informó que el traslado de los presos no persigue medidas disciplinarias y anunció que "en dos semanas regresan al Rodeo I".
El funcionario precisó que la medida se realizó para proteger la vida de los internos y "no con la intención de separarlos de sus familiares". El procedimiento en el que participan 5.000 funcionarios, entre efectivos militares y personal del Ministerio Público y del Interior y Justicia, cuenta con el apoyo de 400 soldados del batallón elite paracaidista del Ejército.
El ministro de Interior y Justicia informó que dos agentes penitenciarios y un recluso murieron durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los amotinados.
Durante la primera fase desplegada en Rodeo I por retomar el control del penal, las autoridades decomisaron numerosos armas largas y cortas, así como granadas, drogas y teléfonos celulares, informó el ministro.
Sectores opositores al gobierno cuestionaron la intervención militar ante denuncias de los familiares de los reclusos, quienes aseguran que a los presos se "les están violentando los derechos humanos". Diputados del oficialismo anunciaron que solicitarán abrir una investigación parlamentaria sobre las circunstancias de las tres muertes y los 24 heridos que originó el último operativo militar para retomar el control de los penales.