Los ministros de Exteriores del G-8
no llegaron a un acuerdo para la
autorización del Consejo de Seguridad
de la ONU de la zona de exclusión
Foto ANSA

Que llevó al menos dos días

TRIPOLI.- La ofensiva de tropas leales a Muammar Kadafi continuó ayer y fuentes gubernamentales anunciaron la conquista de Ajdabiya, bastión rebelde a 200 kilómetros de Bengasi, donde según esta versión un comando armado atacó la sede del Comité Transitorio (CNT) y mató a algunos de sus miembros.

A pesar de la desmentida de ambas noticias, Trípoli celebró una presunta "sublevación popular" encabezada por la tribu de los Warfallah en el este, mientras por la noche, a través de la televisión del Estado, la conducción de las fuerzas armadas preanunció como "inminente" una operación contra Bengasi.

"Bombardearon la ciudad de lejos pero la situación es buena, unidades de las fuerzas armadas intentaron entrar en la ciudad pero fueron rechazadas", afirmó Khaled El Sayeh, portavoz militar de los rebeldes en Bengasi.

En París, los ministros de Exteriores del G-8 no llegaron a un acuerdo para la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU de la zona de exclusión invocada por la Liga Arabe, además de los rebeldes.

El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, apuntó con su crítica a China pero también al gobierno de Washington, al que acusó de no haber definido una posición clara.

El proyecto de nueva resolución de la ONU sobre Libia no implica el establecimiento de una zona de exclusión de vuelo, sino solo nuevas sanciones contra el régimen libio, según dijo el representante permanente del Líbano, Nawaf Salam, tras haber presentado el proyecto en nombre de la Liga Arabe.

Salam explicó a la prensa que, desde su punto de vista, no hay dudas: "De ninguna manera una zona de exclusión de vuelo autorizada por las Naciones Unidas puede ser considerada una intervención extranjera", en Libia.

Sin embargo, el borrador de la resolución dice que el Consejo autorizará "todas las medidas necesarias" para imponer una completa prohibición de volar en la zona con el proclamado fin de "proteger a la población civil".

Estos fueron algunos de los hechos que se registraron a lo largo de una jornada convulsionada, que se caracterizó por proclamas victoriosas de los defensores del gobierno, que luchan para "impedir la intervención extranjera y la división del país en dos".

La batalla de Ajdibiya, objetivamente crucial para el éxito de la contraofensiva militar hacia el este, llevó al menos dos días. Ahora el éxito militar anunciado por el gobierno abre el camino para el sitio a Bengasi y la recuperación de la ciudad donde "civiles inermes son rehenes de pequeños grupos de terroristas", repiten desde hace días los militares.