Llegó para mejorar relaciones

LA HABANA.- El ex presidente estadounidense James Carter declaró que se encuentra en La Habana para tratar de mejorar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y no para sacar del país al contratista Alan Gross, condenado por espionaje, sobre el que reconoció haber hablado con las autoridades cubanas.

"Espero que podamos constituir mejores relaciones entre los dos países", declaró Carter a la prensa en su segundo día en Cuba tras visitar el Convento de Belén, en La Habana Vieja, un centro donde se realizan proyectos socio-culturales.

"Estamos aquí para visitar a los cubanos, los jefes del gobierno y los ciudadanos privados. Es un gran placer para nosotros volver otra vez a La Habana", añadió Carter.

Preguntado sobre el caso de Gross, Carter respondió: "Hemos hablado a algunos de los oficiales del caso de Gross. No estoy aquí para sacarle del país", subrayó.

La visita de Carter, quien viaja acompañado de su esposa Rosalynn, se produce semanas después de que el contratista estadounidense Alan Gross fuera condenado a 15 años de cárcel por haber facilitado el acceso a Internet de forma ilegal en la isla. Washington, que ha pedido la liberación de Gross, arrestado en diciembre de 2009, dijo que el contratista había facilitado el acceso a grupos judíos en Cuba.

El ex presidente estadounidense, de 86 años, quien llegó ayer a La Habana para una visita de tres días, tiene previsto entrevistarse hoy con el presidente cubano, Raúl Castro.

Carter, quien ya visitó Cuba en 2002, es el único mandatario estadounidense (1977-1981) que ha viajado a la isla desde que Fidel Castro llegó al poder en 1959.

En su primera jornada de visita a la isla, Carter se entrevistó ayer con la presidenta del Patronato de la comunidad hebrea de Cuba, Adela Dworin, y con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, a quien mostró su "complacencia por el proceso de diálogo que conduce la Iglesia en Cuba con el gobierno", informó el arzobispado en una nota. Ortega fue el mediador de las excarcelaciones de 52 presos políticos en los últimos ocho meses concluidas la semana pasada.