Gran Bretaña retiró hoy personal diplomático de Irán tras el asalto a la embajada perpetrado ayer, mientras Teherán advirtió que la condena del Consejo de Seguridad de ONU es una decisión "apresurada" que puede provocar "inestabilidad en la seguridad global".
En tanto, Estados Unidos ratificó su condena en los términos "más duros posibles" al asalto a la embajada británica y el secretario general de ONU, Ban Ki-moon, se manifestó "shockeado e indignado".
La cancillería británica anunció hoy el retiro de personal diplomático y dijo que "algunos empleados" dejaron el país "por su propia seguridad", sin dar otras precisiones.
Los manifestantes iraníes irrumpieron ayer en la sede de la embajada británica, donde produjeron destrozos y quemaron banderas y documentos, tras la imposición de sanciones por parte de Londres en el marco del litigio por programas nucleares.
El asalto se produjo un día después de que el Consejo de los Guardianes ratificara la ley aprobada por el parlamento, que reduce las relaciones diplomáticas y económicas con Londres, lo que implica la expulsión del embajador.
El presidente del parlamento iraní, Ali Larijani, advirtió hoy que la condena del Consejo de Seguridad de ONU es "apresurada" y llevará "inestabilidad en la seguridad global".
Larijani consideró que el asalto de ayer se explica por "décadas en las cuales Gran Bretaña buscó dominar a Irán", que con Estados Unidos mantiene un comportamiento "hostil" contra la República Islámica.
La decisión del Consejo, sostuvo, busca "cubrir los crímenes de Gran Bretaña y de Estados Unidos en el pasado", y dijo que la policía iraní desplegó acciones para "restablecer la calma".
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ratificó hoy en Corea el Sur la condena de Washington y advirtió que "los gobiernos tienen el deber hacia la comunidad diplomática de proteger vidas y bienes, y esperamos que el gobierno iraní lo haga".
|