La portavoz de El Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, afirmó ayer sus inquietudes y "preocupación" por las "informaciones" sobre las "irregularidades en el proceso e intimidación de votantes" durante las elecciones presidenciales en Nicaragua el pasado 6 de noviembre en la cual los resultados electorales favorecieron la reelección del actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega Saavedra.
Queríamos tener un amplio registro de observadores internacionales, y esa fue una de las cosas que fue negada (...) Continuamos recabando datos, algo que ha sido más difícil como resultado de las condiciones de estas elecciones", dijo la funcionaria norteamericana.
Ortega del FSLN se alzó con el 60% de los votos, según datos oficiales provisionales, que fue rechazado por su principal contendiente Fabio Gadea que calificó de “irreal”. "
Nuland dijo sobre los comicios que “estas condiciones no fueron buenas. Y, francamente, si el gobierno de Nicaragua no tuviese nada que esconder, habría permitido un conjunto de observadores internacionales más amplio", dijo la funcionaria estadounidense.
La portavoz dijo no obstante que espera que se den a conocer los resultados completos oficiales sobre las elecciones del pasado domingo para emitir un criterio oficial de parte de EEUU.
Se supo que algunos de los observadores internacionales, como la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmaron que se encontraron con limitaciones para acceder a un 20% de las mesas durante la apertura de los comicios, aunque no habían constatado "anomalías relevantes".
Por otro lado, la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, dijo ayer que los comicios del domingo en Nicaragua fueron una “farsa” e instó al gobierno estadounidense a no reconocer los resultados. Ortega mandará por otro período del 2012 al 2016.
“Estados Unidos y otras naciones responsables no pueden reconocer los resultados”, dijo.
“Claramente ha aprendido de sus amigos dictatoriales en la región, como (el presidente venezolano, Hugo) Chávez, quien es experto en pisotear la democracia”, enfatizó la crítica republicana del ahora reelecto presidente Ortega.