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Este fin de semana la Policía Nacional informó que las amenazas y ofensas que recibieron cuatro sacerdotes nicaragüenses, luego de la muerte del padre Marlón Pupiro, las realizó el joven Alberto Leonel Conde Tórrez, hermano del vicario de la Catedral Metropolitana de Managua, Bismarck Conde.
Alberto, en un vídeo grabado por la policía, señaló que lo hizo porque “no aguantaba los insultos (contra los curas)” en su trabajo y por ello inició llamando a religiosos que él conocía.
“Tengo un hermano sacerdote y me duele, me duele de todo corazón. Entonces me puse a pensar hombre caramba, qué está sucediendo en la iglesia”, declaró el joven con vos y gestos nerviosos.
Conde, habitante de Nindirí, en sus declaraciones pidió “perdón” a la iglesia por la “broma de mal gusto”.
De esa forma la Policía Nacional da por aclarado el tema de las amanezcas contra los sacerdotes.
Las amenazas de Conde iniciaron en la segunda quincena de septiembre pasado, en seguida que la Iglesia católica nicaragüense demandara a la Policía esclareciera la muerte del sacerdote Pupiro, a quien lo asesinaron el 20 de agosto pasado.
