» En la foto vemos al Fiscal General Julio Centeno Gómez.
» Policía Nacional debe de averiguar sobre últimas llamadas del religioso y posiblemente investiguen a la señora de servicio
» La Fiscalía no descartó exhumar el cadáver del párraco.
foto C. Pérez |
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El Ministerio Público ordenó a la Policía Nacional ampliar las investigaciones en torno al caso del asesinato del cura párroco de La Concha, Marlon Pupiro, informó el Fiscal General Julio Centeno Gómez.
Según Centeno la orientación la tomó ante la petición realizada por el abogado Francisco Fletes Largaespada, representante de la familia del sacerdote asesinado.
“En el escrito el doctor Largaespada pide que se amplíe la investigación del caso y con puntos estrictamente específicos sobre el tema al cual exigen que se haga esa ampliación de la investigación y también en términos generales”, explicó Centeno Gómez en conferencia de prensa.
El abogado acusador, en su petición, “expresa su preocupación de que la familia cree que hay otras personas que participaron en el hecho”, agregó Centeno.
Detalló además que la Comisionada General Glenda Zavala, Jefa de la Dirección de Auxilio Judicial, será la encargada de la ampliación de las investigaciones.
Investigarán llamadas telefónicas
El Fiscal agregó que del caso quedaron algunas “pesquisas” pendientes y por ello solicitaron a la Policía Nacional “no quede solo en los puntos establecidos por la parte acusadora, sino que (se extienda) en todas aquellas evidencias que puedan ir resultando de esas investigaciones”.
Yasker Blandón Tórrez se confesó culpable, el 9 de septiembre, de asesinar al sacerdote.
Según la Policía Nacional, el crimen ocurrió la madrugada del sábado 20 de agosto de este año y las autoridades encontraron el cuerpo sin vida de Pupiro el 23 del mismo mes, envuelto con bolsas negras en un basurero a las afueras de Managua.
Los familiares del sacerdote dudan que Blandón sea el único involucrado en el asesinato, mientras que la Iglesia católica ha demandado a las autoridades “toda la verdad” y criticó la investigación de la Policía Nacional por contener “puntos oscuros”.
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