MEXICO - Las reliquias del beato Juan Pablo II llegaron a la Catedral Metropolitana de la capital azteca, sede de la principal diócesis del país, donde fueron recibidas por el Arzobispo Primado de México, Norberto Rivera.
El arribo se realizó en medio de un impresionante operativo de seguridad en el que participaron 150 agentes de diferentes cuerpos de la policía mexicana.
Las reliquias consisten en una gota de sangre del "papa polaco" encerrada en una cápsula especial y algunas de sus indumentarias litúrgicas. Cientos de fieles acudieron al recinto religioso, el segundo más importante del país, para venerar las reliquias del pontífice recién proclamado beato.
En la misa de bienvenida, el cardenal Rivera pidió la intercesión del beato Juan Pablo II para que México "alcance la paz y la justicia", en referencia a la ola de violencia que acosa al país y que ha dejado más de 50.000 muertos desde 2007.
Los feligreses formaron largas filas para presenciar y venerar las reliquias del nuevo beato, colocadas en el altar de los reyes.