WASHINGTON - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, presentará ante el Congreso un plan de 300.000 millones de dólares para estimular la creación de puestos de trabajo en el país, acuciado por una tasa de desocupación del 9,1% que no muestra señales de caer en el futuro cercano.
Según adelantó la prensa norteamericana, el plan prevé la extensión de los recortes impositivos a los asalariados y del seguro de desempleo para las personas sin trabajo. También incluye nuevos proyectos de construcción de infraestructuras, como puentes y carreteras, y la propuesta de ofrecer alivios impositivos a las empresas que contraten nuevos empleados.
En su informe de la semana pasada, el ministerio de Trabajo de Estados Unidos indicó que la tasa de desocupación sigue en un 9,1% y que son ya 14 millones los estadounidenses sin trabajo. Pero lo más preocupante del reporte fue el hecho de que, durante agosto último, la economía norteamericana prácticamente no generó ningún nuevo puesto de trabajo.
La situación sigue golpeando duramente a la economía estadounidense -que no termina de recuperarse de la recesión que siguió a la crisis financiera de 2008- y también a la popularidad del presidente, que se encuentra en un piso de alrededor del 43% mientras se acercan los comicios de noviembre de 2012 cuando se jugará la reelección para un segundo mandato de cuatro años.
Los detalles que trascendieron indicaron que Obama propondrá ante el Congreso financiar el costo del plan para crear el año próximo más puestos de trabajo a través de una ampliación de la recaudación fiscal en los años subsiguientes, pero numerosos analistas se preguntaron cómo podrá lograr eso el presidente frente a una oposición que rechaza terminantemente cualquier alza de impuestos.
Por lo pronto, el vocero de la Casa Blanca, Jay Carney, dijo que el presidente "será muy claro, muy específico" en su mensaje del jueves, pero que no especulará sobre el posible número de nuevos empleos que pueda generar el plan.
Carney evitó además comentar la cifra de 300.000 millones de dólares presentada por los medios estadounidenses, y dijo que "el factor importante no es el número fino, sino la sustancia detrás del número".
Por otro lado, Carney indicó que Obama no tiene intenciones de reunirse con líderes republicanos antes del discurso de mañana por la noche, rechazando así la propuesta del "speaker" (presidente) de la Cámara baja, John Boehner, de Ohio, de pasar por la Casa Blanca para discutir el paquete de estímulo del empleo. El volumen del plan fue objeto de especulación en Estados Unidos, donde expertos citados por el Washington Post hablaron de un costo final de 200.000 millones de dólares, mientras que economistas consultados por el Wall Street Journal hablaron de 400.000 millones.